La misma semana que el director del FBI se ha quejado del cifrado, después de no haber podido acceder a más de la mitad de los dispositivos que su agencia intentó desbloquear, diversos datos contenidos en el iPhone 4S del acusado se están usando como prueba en un juicio sobre la violación y el asesinato de una joven estudiante de 19 años en octubre de 2016.
Los investigadores del caso quisieron analizar la información contenida en el dispositivo del presunto autor de los hechos, Hussein K., ciudadano afgano refugiado en Friburgo, pero este se negó a proporcionarles el código de desbloqueo. Según relató en sede judicial uno de los policías, el teléfono fue entregado a una empresa de Múnich especializada en lograr acceder a terminales y, después de varios meses, consiguieron desbloquearlo.
El mayor testigo podría ser Apple Health

El funcionarió explicó minuciosamente cómo compararon los geodatos almacenados en el iPhone con unas imágenes de vídeo y pudieron entender los movimientos del acusado, situándolo cerca de la escena del crimen por el contacto del dispositivo con una torre de telefonía de la zona. Entonces advirtieron que durante un largo periodo de tiempo parece que no pasó nada. Solamente una hora y unos minutos más tarde, el teléfono conectó de nuevo con una torre.
Fue en ese momento cuando decidieron echar un vistazo a los datos de Apple Health, la aplicación de salud que se añadió a todos los iPhone con el lanzamiento de iOS 8 en 2014. En el periodo de tiempo en el que no sabían qué sucedió, Salud registró que se subieron escaleras dos veces. Para los investigadores, estos datos reflejan el momento en el que Hussein K. arrastró a la víctima inconsciente hasta la orilla del río Dreisam, donde murió ahogada, y luego volvió a subir.
Para asegurarse de esta deducción, los investigadores enviaron a la escena del crimen a un investigador de la misma estatura que el presunto autor de los hechos y al iPhone en cuestión. Las pruebas que realizaron en torno a la orilla confirmaron la investigación de la policía en torno al arrastre del cuerpo y demostrarían que el acusado pudo haber abusado sexualmente de su víctima.
No es la primera vez que una evidencia digital entra así en un proceso judicial y seguramente no será la última. Hace solamente unos meses, en octubre, un hombre fue acusado de homicidio basando parte de las pruebas en los datos obtenidos de un dispositivo FitBit. En 2014, los datos recogidos por otra pulsera FitBit fueron también empleados en un juicio. Como sucedió con la grabación de un presunto asesinato por parte de un Amazon Echo hace un año, el debate en torno al uso de determinados datos se vuelve a abrir.
En Xataka | El mundo tecnológico se alía con Apple en su batalla legal contra el FBI
Ver 5 comentarios
5 comentarios
iberhack
Para mi hay mucha especulación en el caso... si hay otras pruebas, pues si podría ayudar... pero coger y a partir de tan poco decir todo eso, pues para mi hay un gran trecho. Después pasa como con el holandes que estuvo 12 años encarcelado en España (hasta finales del 2016) por unas violaciones que supuestamente cometiera y no fuera así... Aunque en ese caso fue más flipante, porque aun no hacía ni 2 años de la sentencia y la policía española ya sabía que no había sido el, ya sabía cual fuera el ciudadano inglés (detenido por otras violaciones y un asesinato y que confeso que había violado en España en esa zona y fechas) que lo había echo y eso fuera en 2007... aun así siguió en prisión hasta finales de 2016 y ni siquiera le concedieron un puto permiso... a pesar de que ya para condenarlo pues fiscalía se había inventado pruebas de este estilo y eso que tenían pruebas de testigos que indicaban que no había sido el acusado. Y como ese tantos otros casos.
Que no digo que esos datos no sirven como indicio y si tienen otras pruebas pues OK para confirmar, pero si solo es lo que dice el artículo, pues no es una prueba sólida para condenar a nadie por si sola. Tiene un nivel de especulación brutal.
hasta luego