Hace pocos días fuimos conociendo cada vez más y más detalles acerca de BlackBerry 10, la plataforma móvil de RIM que busca unificar el sistema operativo de smartphones y el de su tableta Playbook. Por muchos es considerado como la única esperanza de una compañía que parece estar a la deriva.
Y una de las noticias que más me ha llamado la atención es la que equipara la renovación de esta plataforma con la de Microsoft: los dispositivos actuales, que ejecutan BlackBerry OS 7, no podrán actualizarse a BlackBerry 10. La jugada ya la conocemos y ya la hemos visto en muchas ocasiones: de MacOS 9 a OS X, de Windows Mobile a Windows Phone. La cuestión, realmente, es si hace bien RIM haciendo esto. Reflexionemos.
El sentimiento natural es el de enfadarse, el de cabrearse, sobre todo si nos ponemos en la piel de que acaban de adquirir un aparato de gama alta (o los que están por lanzar hasta la salida al mercado del primer aparato equipado con BlackBerry 10). Una BlackBerry no es un aparato precisamente barato y al menos yo no compraría un aparato de gama alta sabiendo que en pocos meses va a estar totalmente obsoleto.
Aunque vamos a pensarlo fríamente y sobre todo desde el punto de vista de la plataforma en sí. BlackBerry OS es un sistema operativo prácticamente estancado, con un catálogo de aplicaciones un poco pobre (las cosas hay que decirlas). BlackBerry 10 lo que busca es, precisamente, ser algo totalmente nuevo para poder romper con lo anterior y tratar de competir de nuevo en un mercado en el que se habían quedado atrás. Y lo primero que se renueva, como podemos imaginar, es la interfaz de usuario, la parte que se ve.
Las aplicaciones se desarrollan mediante otras tecnologías (HTML5 está más vigente que nunca), los dispositivos tienen nuevas características y no se deja de lado el elemento diferenciador de RIM, que son los servicios de correo electrónico, la seguridad y las herramientas para desplegar flotas de dispositivos sin apenas esfuerzo para el administrador.
Todo esto mientras buscan, de paso, mejorar su ecosistema de aplicaciones, garantizando beneficios a los desarrolladores y facilitando los ports desde otras plataformas (ya vimos que son capaces de hacer que aplicaciones de Android funcionen en sus dispositivos, aunque acabaran por limitar la característica). Me pregunto, por cierto, si respetarán la compatibilidad con las aplicaciones ya existentes (aunque personalmente apuesto a que no será así).
Además, BlackBerry 10 supone en la práctica unificar la plataforma de tabletas y la de smartphones de RIM, siendo una estructura similar a la de iOS (que es el mismo sistema operativo pero con interfaces ligeramente diferentes). Y también supone que la aplicación que programemos para la tableta funcionará en el teléfono, y viceversa. Por supuesto, la Playbook sí que será actualizable a BlackBerry 10.
En conclusión: BlackBerry 10 será una plataforma nueva y que conservará los puntos fuertes de la actual, que tratará de volver al lugar que cree que se merece. Cabe una reflexión final: ¿hay sitio para cuatro plataformas para smartphones, existiendo ya dos apisonadoras como son iOS y Android? Sobre todo viendo que Windows Phone, apoyado por un gigante como Microsoft, ya se ve con problemas para enseñar la cabecita en el mercado.