WhatsApp es indudablemente el cliente de mensajería móvil más utilizado alrededor del mundo, y sobretodo en España donde el usuario medio lo tiene ya como algo arraigado en su día a día. Pero si lleváis tiempo leyéndonos también sabréis que este servicio ha sido objeto de varias polémicas envolviendo su privacidad.
Recientemente ha aparecido una herramienta que quiere demostrar que ese problema sigue estando presente. Se llama WhatsSpy está creada por Maikel Zweerink en su tiempo libre y básicamente es capaz de mostrar un histórico de la actividad de cualquier usuario de WhatsApp a lo "Google Analytics" con la intención de poder hacerle un seguimiento. Y puede que parezca muy alarmante, pero si miramos bién qué es lo que hace encontramos algunos matices a tener en cuenta.
WhatsSpy: vigilando a uno o varios usuarios de WhatsApp
Básicamente, y una vez instalado, WhatsSpy nos crea gráficas que nos permiten monitorizar datos como las horas en las que un usuario se ha conectado para consultar y enviar mensajes, los cambios en la configuración de privacidad que hemos realizado y las modificaciones en nuestro perfil; concretamente cuando subimos nuevos avatares o cambiamos nuestros mensajes de estado. Incluso nos permite comprar toda esa actividad entre dos usuarios diferentes. Ideal para triángulos amorosos.
Lo que nos hace señalar a WhatsApp como servicio que debería mejorar su privacidad es que WhatsSpy es capaz de ver si un usuario se conecta aunque éste tenga puesto en sus preferencias que no lo pueda ver nadie. Es más: incluso podemos ver esos ajustes del usuario sin problemas. Y eso significa que en WhatsApp se tienen que poner a trabajar para solucionar esto cuanto antes.
WhatsSpy demuestra que WhatsApp es vulnerable, pero no todos los datos que monitoriza son estrictamente privados
Sin embargo, y sin la intención de querer defender a nadie, otros datos que facilita WhatsSpy no son tan privados como parecen en un principio. Sí, te permite ver cuando alguien cambia su avatar o su mensaje de estado, pero eso son cosas que colocamos ya con la intención de que cualquiera que agreguemos a nuestra lista de contactos lo pueda ver. Incluso ni eso, dependiendo de los ajustes de privacidad que tengamos.
En ese caso, lo único que hace WhatsSpy es facilitar la monitorización de esos cambios. Y monitorizar datos que ya se quieren dejar como públicos y recoger datos que deberían ser privados son cosas diferentes. Insisto: con eso no quiero decir que WhatsSpy no sirve para nada. Revela vulnerabilidades importantes en WhatsApp, pero en otras cosas sólo mejora la observación de datos de la misma forma con la que una persona atenta podría estar recogiendo manualmente a qué horas nos conectamos en otros servicios de mensajería o a qué horas preferimos enviar correos electrónicos.
Os diría que lo comprobaseis vosotros mismos, pero la instalación de WhatsSpy no es sencilla. Según su manual necesitamos un servidor o un Raspberry Pi, además de un número de teléfono secundario con una cuenta de WhatsApp que quedará inutilizada en cuanto la usemos para activar esta herramienta. Por no decir ya que al usarla estamos invadiendo la privacidad de los usuarios de los que queramos recoger estadísticas. Y eso es grave.
Por lo tanto, y concluyendo: ¿Demuestra WhatsSpy que WhatsApp no es todo lo seguro que debería? Desde luego. ¿Vulnera nuestra privacidad? Sí, pero sólo con parte de los datos que recoge. Hay otros datos más públicos que simplemente se recogen en estadísticas. ¿Podemos protegernos contra esto? De momento no, ya que los datos se recogen aún con los ajustes colocados para proteger nuestra privacidad al máximo. ¿Cómo podemos tener esa configuración lo más cerrada posible? Aquí tenéis una guía.
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