GroupMe se ha convertido en el gran centro de atención de la mensajería instantánea a través del móvil en este último mes. Además de anunciar su expansión internacional, la reciente adquisición de la compañía por parte de Skype la han convertido en la gran alternativa al rey, WhatsApp.
En Genbeta hemos querido comparar qué nos ofrece cada aplicación y cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada una. De momento, el liderato de WhatsApp es obvio, pero también que sus desarrolladores no pueden dormirse en los laureles e, incluso, puede que necesiten aliados en esta batalla.
WhatsApp vs. GroupMe: Plataformas, disponibilidad y precio
Tanto WhatsApp como GroupMe se definen multiplataforma, pero ninguna vale como la aplicación total, para poder hablar con todos tus amigos. En este sentido, Whatsapp está en todos los smartphone de Nokia y tiene versión para Symbian. A cambio, GroupMe ya aparece en WP7 y posee una versión web a la que puede acceder cualquier usuario. Pero siguen existiendo usuarios que se quedan fuera en ambas, si bien es cierto que cada vez menos.
La primera gran diferencia está en el precio. WhatsApp ofrece una versión de prueba gratuita durante un año pero hay que renovar anualmente la suscripción al servicio por 1,99 dólares. La versión del iPhone no es gratuita. Por contra, GroupMe es totalmente gratis, sin costes extras anuales.
En todo caso, GroupMe ha tardado en expandirse. No ha sido hasta este mes de agosto cuando la hemos visto llegar a España y a otros 90 países más, pese a que llevaba ya un año en marcha en EEUU. Su tardía llegada es también su principal lastre, como veremos más tarde.
Funcionalidades y estabilidad
Cuando GroupMe nació, su principal diferencia respecto a WhatsApp eran los chats en grupo, pero pronto el líder del sector decidió incluirlos en su servicio eliminando de un plumazo la ventaja.
Sin embargo, GroupMe parece, hoy en día, más preocupada en ofrecer nuevas funcionalidades frente a las escasas aportaciones de WhatsApp en este sentido. Además del imprescindible servicio web, la última aportación en este sentido ha sido la aparición de “Questions”, que permite iniciar conversaciones grupales con una pregunta entre nuestros contactos telefónicos y también con nuestras cuentas de Twitter y Facebook, por lo que la posibilidad de recibir respuestas útiles se multiplica.
En cuanto a la estabilidad, GroupMe tiene mucho que aprender de su rival. En especial, en determinadas versiones (por ejemplo, la del iPhone), algunas características diferenciadoras (como la geolocalización) dan demasiados problemas al usuario, provocando el cierre de la aplicación. Con WhatsApp hace ya mucho tiempo que no tenemos ningún contratiempo.
WhatsApp vs. GroupMe: Búsqueda de usuarios y sencillez de uso
Inexplicablemente, GroupMe se comporta de manera errática a la hora de buscar usuarios en nuestra agenda que también usen la aplicación. En ocasiones funciona a la perfección y en otras es necesario añadirlos manualmente a un grupo para que aparezcan. Por contra, la integración de WhatsApp con la agenda es perfecta y casi invisible.
Eso sí: se nota perfectamente que GroupMe nació con el chat grupal como principal característica. Crear grupos, gestionarlos e iniciar conversaciones en ellos es muchísimo más sencillo que en WhatsApp, que no puede ocultar que siempre pensó en el tú a tú y no en el “vamos a hablar muchos a la vez”.
Pero, y he aquí otra carencia de GroupMe, sólo WhatsApp está en español, lo que para muchos usuarios es la barrera definitiva para decidir si usar o no una aplicación concreta. Ni siquiera una interfaz más gráfica y cuidada en el caso de la recién comprada por Skype podrá evitar que el idioma sea una barrera.
El efecto red: WhatsApp barre
Es obvio que Whatsapp parte con una ventaja: se ha convertido tan rápido en el estándar de este tipo de aplicaciones que no hay nadie, de momento, que pueda hacerle sombra en ese sentido. Cuenta, además, con el apoyo de ser “la marca” de referencia: hasta los más neófitos lo conocen como “el programa que permite mandar mensajes gratis”.
Hay, sin embargo, dos factores que podían desequilibrar la balanza hacia GroupMe. El primero es la versión web: hay que reconocer que poder enviar mensajes a los teléfonos de tus amigos desde cualquier ordenador con acceso a internet es un extra importante.
El segundo factor es la integración con Skype, que ya es también una marca de referencia en su campo y podría servir para impulsar GroupMe entre sus usuarios. De hecho, una de las funcionalidades menos aprovechables de GroupMe hasta ahora era la de hacer conferencias de voz a grupos, puesto que la tarificaban como si fuese una llamada internacional.
Con Skype por detrás, la llegada del VoIP a GroupMe está cantada y será una mejora imprescindible y muy útil. Con la posibilidad de unificar todas nuestras comunicaciones móviles en una sola aplicación, ¿es el efecto red de hoy en día suficiente para WhatsApp? De momento, yo seguiré usando WhatsApp mientras hago “proselitismo” de las ventajas de GroupMe.
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