Telegram no se va a doblegar ante Rusia. Eso es lo que asegura el cofundador de la plataforma de mensajería, Pavel Durov, tras los intentos de bloqueo de las autoridades rusas. Asegura que prometió privacidad a sus usuarios y que no piensa romper tal promesa aunque suponga la desaparición del servicio.
Durante las últimas 24 horas Telegram ha sido prohibido por los proveedores de internet en Rusia. La razón es nuestra negativa a proporcionar claves de encriptación a las agencias de seguridad rusas. Para nosotros, fue una decisión fácil. Prometimos a nuestros usuarios el 100 % de privacidad y preferimos dejar de existir a violar esta promesa.
Durov afirma en este comunicado transmitido a través de su canal de Telegram que, pese a la prohibición, no han detectado una caída significativa en la participación de los usuarios hasta el momento. Esto es debido, dice, a que "los rusos tienden a eludir la prohibición con VPN y proxies".
También asegura que han confiado en que los servicios en la nube de terceros sigan estando parcialmente disponibles para el resto de sus usuarios. Fue cuando se materializó el bloqueo, hace apenas unos días, cunado Telegram movió los datos de sus servidores a las nubes de Google y Amazon y por ello, hace unas horas, hemos sabido que Rusia ha bloqueado 1,8 millones de direcciones IP.
Esto estaría provocando problemas en otros servicios alojados en esas nubes que nada tienen que ver con Telegram. Planea la duda de si Amazon o Google pueden terminar pidiéndole a Durov que saque de sus plataformas los datos de Telegram. No obstante, su creador agradece el apoyo y la lealtad de los usuarios rusos así como la no participación en "la censura política" de Apple, Google, Amazon y Microsoft tras las peticiones de la administración rusa.
No importa la pérdida del mercado ruso
Pavel Durov cuenta en su mensaje que Rusia representa aproximadamente el 7 % de la base de usuarios de Telegram y que incluso si pierden todo ese mercado, "el crecimiento orgánico de Telegram en otras regiones compensará esta pérdida en un par de meses".
Pero no quiere dejar de lado a los usuarios rusos, asegura.
Para apoyar las libertades de internet en Rusia y en otros lugares empecé a dar subvenciones de Bitcoin a individuos y empresas que utilizan proxies socks5 y VPN. Estoy feliz de donar millones de dólares este año a esta causa, y espero que otras personas me sigan. Llamé a esto 'resistencia digital', un movimiento descentralizado que representa las libertades digitales y el progreso global.
Pese a que las reticencias del Gobierno ruso venían de lejos, fue a finales de marzo cuando se supo que Telegram podía dejar de funcionar en el país si no se entregaban las claves de cifrado en 15 días a la administración. Cumplido el plazo sin que las claves fuesen entregadas, los reguladores rusos pidieron el cierre en los tribunales. Finalmente la justicia rusa ordenó el bloqueo del servicio.
Pese a todo, tal y como hemos visto, la guerra entre el Gobierno de Rusia y Telegram continúa sin un claro vencedor. La carrera por bloquear y evitar el bloqueo no cesa. Veremos si en algún momento esta historia concluye.
Imagen | TechCrunch (CC BY 2.0) En Genbeta | Cómo sería navegar como lo hacemos pero desde Rusia
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