Seguimos con nuestro especial de clásicos del software, donde estamos revisando sistemas operativos y aplicaciones que formaron parte de nuestra vida cotidiana hace ya más años de los que creemos. En la primera entrega hablamos de los orígenes de Mac OS a lo largo de sus primeras nueve versiones, pero las primeras versiones de Mac OS X también merecen su mención.
Mac OS X fue el proyecto principal de Steve Jobs al volver a Apple después de una ausencia que dejó la compañía al borde de la quiebra durante algunos años. Steve, al frente de la compañía NeXT, utilizó el núcleo de FreeBSD y le agregó una interfaz gráfica que, once años después, sigue en gran parte presente dentro de todos los Mac actuales.
Mac OS X y la interfaz que todos querían lamer
Mac OS X se presentó en una época en la que yo aún era un novato con la plataforma (y no tendría mi primer Mac hasta el 2006), pero cuando se filtraron las primeras imágenes de la interfaz Aqua y cuando un amigo aplicó dicha interfaz en su Mac OS 9 Classic recuerdo perfectamente tener la sensación de estar viendo algo de muy alta calidad. Algo muy trabajado. Acostumbrado como estaba a la interfaz de Windows 95 y 98 y al aspecto semejante de Mac OS 9, de repente el sistema operativo de Apple se simplificaba hacia algo mucho más limpio, más blanco y con opciones llenas de colorido y claras. Hasta el fondo de pantalla por defecto se puso de moda.
Ya lo dijo el mismo Steve Jobs en la presentación que tenéis arriba: “Cuando lo veáis querréis lamerlo”. A continuación podéis ver las reacciones del público ante un Jobs mostrando por primera vez cosas tan comunes ahora mismo como el Dock de iconos del sistema o el comportamiento de las ventanas (¡el contenido de la ventana se movía entero, no sólo el borde de la ventana! ¡cada ventana tiene una sombra!) y los avisos de sistema:
Sorprende ver a un público aplaudiendo ante el simple hecho de ahorrarse una ventana adicional para el diálogo de guardar un archivo, ¿verdad? Mac OS X fue pionero en muchísimas características presentes no sólo en las versiones modernas de OS X, sino también en Windows y en muchas distribuciones de Linux (llevo bastante tiempo viendo Docks en algunas distribuciones, y ya no digamos la barra de tareas actual de Windows 7).
La evolución de Mac OS X con Cheetah, Puma y Jaguar
Mac OS X 10.0 Cheetah fue un lanzamiento muy aclamado por sus novedades, pero recibió una lluvia de críticas por su pobre estabilidad y compatibilidad, además de ser lento en máquinas donde no debería serlo. Eso hizo que Apple se apresurara a lanzar Mac OS X 10.1 Puma apenas meses después que Cheetah, ofreciendo la nueva versión de forma gratuita a modo de disculpa.
Mac OS X 10.1 era mucho más rápido, traía mejoras muy pedidas en Finder y en iTunes, simplificaba la tarea de grabar CDs y DVDs, era compatible con más de doscientas impresoras… muchos opinan que fue realmente el Mac OS X que tendría que haber sacado Apple desde un buen principio. Fue con esta versión con la que Apple empezó a usar Mac OS X por defecto en todos los ordenadores que vendían (aún utilizaban Mac OS 9 como sistema principal).
Finalmente, Mac OS X terminó de refinarse y enfiló el camino que más o menos sigue ahora mismo con la versión 10.2, llamada Jaguar. Requería un procesador PowerPC G3 o superior con 128 MB de RAM, pero ofrecía más rendimiento y novedades que aún siguen presentes como el sistema de impresión CUPS. También fue de los primeros sistemas de Apple en mejorar tremendamente las opciones de acceso universal para personas con alguna discapacidad física, haciendo de Jaguar la elección por defecto de muchos invidentes.
Las sucesivas actualizaciones de Mac OS X (Panther, Tiger, Leopard, Snow Leopard, Lion y Mountain Lion este próximo verano) han ido trayendo más características, aunque se podría decir que el rumbo que se planeó en los orígenes ha variado ligeramente con la llegada de Lion y la “iOSificación” del sistema. El futuro es más desconocido que nunca.
La vida secreta de Mac OS X desde sus principios
No encuentro mejor forma de terminar estos recuerdos que remarcar el concepto de un OS X universal desde el principio: Años más tarde, Steve Jobs dejaba al mercado estupefacto revelando que desde sus comienzos Mac OS X era capaz de compilarse tanto para procesadores PowerPC como en plataformas de Intel. Con este cambio y llevando el dato del rendimiento por vatio como bandera, Apple se movió a los dispositivos móviles que tanto conocemos ahora: el iPhone y el iPad.
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