Apple acaba de desvelar el programa para desarrolladores de su próxima Mac App Store y ya se están empezando a oír las primeras críticas. Concretamente a las directrices que tienen que cumplir las aplicaciones que se envíen a la tienda de aplicaciones de Mac, algunas de ellas particularmente restrictivas. Uno de los primeros en quejarse ha sido Mike Beltzner, actual director de Firefox, respecto a no poder desplegar betas a los usuarios.
Según Apple, a la AppStore no está permitido enviar cualquier tipo de beta, tests o incluso demos, solo versiones acabadas. De acuerdo con que una tienda física no te va a vender un producto supuestamente inacabado, pero podrían facilitar un canal de desarrolladores paralelo dado que el medio lo permite. Esto invalida directamente a la AppStore como único medio de despliegue de aplicaciones, y más en el mundo Open Source. Después del Leer más van algunas de las reglas más polémicas:
Que las aplicaciones enviadas estén libres de bugs. Supongo que lo que pedirá Apple es que se arreglen los bugs con rapidez, porque recibir software perfecto es directamente imposible. De cualquier forma, las aplicaciones de Adobe y Microsoft están todas fuera de la tienda.
Que solo se actualicen mediante la AppStore. Adiós a Chrome y a su actualización automática. Y cientos de aplicaciones deberán expulsar a Sparkle o desarrollar dos sistemas de actualización paralelos.
Que no utilicen tecnologías opcionales, como Java. A-lu-ci-nan-te, ni siquiera se pueden descargar esas dependencias.
Que sean autocontenidas, y que no toquen archivos fuera de su paquete. Muchas de las aplicaciones para Mac funcionan más o menos así, pero esto implica que aplicaciones que quieran añadir cosas extra a otros programas no podrán estar en la AppStore. Las únicas vías para comunicarse con otras aplicaciones son las API que ponga Apple a su disposición.
Que las aplicaciones no pidan permisos de superusuario, ni instalen drivers y que utilicen obligatoriamente el instalador de Xcode. Igual que antes, muchas de las aplicaciones más interesantes los necesitan por varios motivos, y de entrada no podrán estar en la AppStore por este motivo.
Que no dupliquen funcionalidad de otras aplicaciones que ya estén en la AppStore. Está claro que esto solo lo usará en ocasiones especiales (aplicaciones linterna o calculadora), no creo que Apple quiera o se pueda permitir un solo navegador, un solo reproductor de vídeo, un sólo calendario, etc.
Que sean “muy útiles” o que “ofrezcan cierto valor de entretenimiento duradero”. De acuerdo que no queremos aplicaciones inútiles, pero este punto es de risa.
Que no muestren una ventanita con la licencia. No soy un fan de las licencias que nadie se lee, ¿pero entonces cómo las aceptamos? ¿Apple va a dejar de mostrar sus continuos cambios de licencias con iTunes?
Que no usen códigos de licencias o sistemas anticopia adicionales. Gracias Apple.
Que no contengan contenidos pornográficos o violentos. Lo primero estaba claro, lo segundo restringirá algunos juegos populares.
Que no habiliten a sus usuarios a compartir archivos ilegales o porno. ¿Y los navegadores? ¿Y Dropbox? ¿Y cualquier aplicación que descargue archivos de internet?
Que no se parezcan en forma o funcionalidad a las aplicaciones del sistema creadas por Apple. Cosa difícil teniendo en cuenta que tenemos que seguir las normas de interfaz de Apple.
Que la interfaz sea, como poco, muy buena. A ver cómo cumplen esta parte.
Que no tengan una tienda de plugins de pago, ni alquileres de contenido. La pela es la pela.
Que no difamen a ninguna religión. Alejaos, ateos.
Y la última, la que más me gusta: Que no mencionen en su descripción el nombre de otros Sistemas Operativos. ¡Inconcebible!
Hay más reglas, pero el resto son más o menos de sentido común (xenofobia, pornografía infantil, daños de hardware, etc). Como veis la compañía de Steve Jobs va a seguir una estrictas normas, más incluso que las de iPhone/iPad quizás porque siguen existiendo fuentes alternativas de acceder al software.
Por ahora esta tienda lo único que implica es la muerte de la (ineficiente, desfasada) compra física de software, pero no para el método tradicional de buscar/descargar/instalar. Desgraciadamente esto solo es el primer paso para que los sistemas de escritorio sean tan estúpidamente restrictivos como una consola en aras de la facilidad de uso, y tengamos que hackearlos para poder acceder a tareas básicas que realizamos ahora.
¿Qué os parecen? Mi impresión es que las tendrán que relajar, ya que si aplico esas normas en mi Mac no queda ni un solo programa. Particularmente, si por cada norma incumplida dieran un euro, los creadores de jDownloader se quedarían sin dedos para contar sus millones.
Vía | Twitter de Mike Belzter
Foto | Grafica.info
Más información | Directrices de aprobación de la Mac App Store