Los usuarios de GNU/Linux que aun dependen de una o varias aplicaciones de Windows que no tienen versión para sus distribuciones están de enhorabuena. Porque ayer, después de 17 largos meses de trabajo, los desarrolladores de Wine anunciaron su versión 1.8. Se trata de una actualización importante, ya que esta nueva versión trae hasta un total de 13.000 cambios.
Para los despistados, Wine es una capa de compatibilidad que permite que los usuarios linuxeros puedan utilizar juegos y aplicaciones nativas de Windows en sus distros. Entre la amplísima lista de cambios de esta versión, destacan sobre todo la implementación del software de renderizado de texto DirectWrite, el acelerador de hardware Direct2D y un nuevo driver para el servidor de sonido PulseAudio.
Entre el resto de novedades también nos encontramos con soporte para Direct3D 11, mejoras en la utilización de DirectDraw, soporte para utilizar el sistema como si fuera Windows 8.1 o Windows 10, mejoras en la emulación de Mac OS X con soporte para la arquitectura de 64 bits y el driver para el sistema de ventanas X11.
Aunque siempre suele ofrecer una mayor estabilidad buscar aplicaciones alternativas nativas para vuestra distribución, si queréis probar este nuevo Wine 1.8 lo podéis hacer descargándolo directamente desde su página web, donde encontraremos instaladores para Ubuntu, Debian, Fedora y Mageia, y los binarios para SUSE, Slackware y FreeBSD.
Vía | Wine
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