Dentro de la gran (enorme) variedad del ecosistema Linux, con sus múltiples distribuciones derivadas unas de otras, lo cierto es que la mayoría de ellas (sobre todo, de las más populares) ofrecen una serie de características comunes en lo que respecta a su funcionamiento básico.
Algunas, sin embargo, cuentan con notables peculiaridades en este campo. Para contribuir a que los usuarios puedan conocerlos (y, quién sabe, quizá descubrir así su nueva distribución favorita) hemos seleccionado las más destacables de entre aquellas que siguen siendo proyectos en activo.
GoboLinux
Una jerarquía de ficheros propia y un gestor de ventanas en mosaico por defecto
Como sabréis, Linux se caracteriza por tener una jerarquía de archivos más o menos estandarizada y basada en Unix, con directorios reconocibles como /bin, /mnt, /usr/local, /var o /home.
Sin embargo, en el caso de GoboLinux esto no es así: si bien recurre a los enlaces simbólicos para mantener su compatibilidad con otros Linux, los directorios de esta distribución recuerdan más a los de Windows: /Programs, /Users, /System/Kernel, /Mount, /Files...
Según sus creadores, en GoboLinux no necesitamos una base de datos de paquetes porque "el sistema de archivos ES esa base de datos". Al dedicar su propio directorio a cada programa, GoboLinux también permite al usuario mantener instaladas (y ejecutar) diferentes versiones del mismo simultáneamente.
Pero esa no es la única peculiaridad de GoboLinux, pues también es de las pocas distribuciones que ofrece, por defecto, un escritorio basado en un 'tiling window manager' o gestor de ventanas en mosaico (algo así como la versión hipervitaminada de las Fancy Zones de Power Toys).
Es decir, que tras instalarlo podemos olvidarnos de encontrarnos con un entorno de escritorio tipo KDE, Gnome o XFCE: en su lugar encontraremos Awesome WM, un gestor de ventanas que reparte automáticamente el espacio en pantalla entre las ventanas abiertas y que se gestiona fundamentalmente mediante combinaciones de teclas.
Fedora Silverblue
El sistema operativo 'inmutable' que podemos cambiar sin miedo constantemente
Basada en la popular Fedora Workstation y nacida como Fedora Atomic Workstation, la ahora rebautizada distribución Fedora Silverblue nos permite contar con un sistema operativo 'inmutable'.
Expliquemos esto: frente a los tradicionales sistemas de actualización basados en versiones sucesivas (como el de Ubuntu, por ejemplo) o en sistemas de actualización continua (como Arch Linux), Silverblue recurre a las tecnologías Flatpack y OSTree (una especie de 'Git para archivos binarios') que permite ir añadiendo capas a un sistema base inalterable e idéntico para todas las instalaciones de la distribución.
Así, donde una instalación en Ubuntu vendría a ser como cambiarnos de piso para entrar en uno mejor, y en Arch sería como vivir en un piso eternamente en reformas, Silverblue nos ofrece vivir siempre en un piso que nunca cambia pero en el que siempre podemos ir añadiendo nuevas habitaciones.
Y no sólo añadir: también podemos quitarlas, lo que equivale a contar con un sistema de puntos de restauración (como el de Windows) pero en el que podemos ir hacia delante y hacia atrás cuantas veces queramos.
Además, gracias al uso de la herramienta Toolbox, los programadores podrán probar sus aplicaciones haciendo uso de diferentes 'entornos' (combinaciones de herramientas y bibliotecas, muchas veces incompatibles entre sí).
Qubes OS
Múltiples máquinas virtuales en el SO más seguro del mercado
Calificada en alguna ocasión por Edward Snowden como el "sistema operativo más seguro" del mercado, Qubes OS cuenta con un planteamiento único que maximiza la seguridad minimizando la cantidad de datos que se comparten entre los componentes del sistema... utilizando la tecnología de virtualización Xen para ejecutar simultáneamente diversas máquinas virtuales para cada aplicación o conjunto de aplicaciones.
Además, si bien gran parte de Qubes OS se basa en Fedora, cada una de esas máquinas virtuales puede basarse en una distribución Linux distinta (e incluso en Windows 7). Además, el color del borde de cada aplicación varía según la máquina virtual en la que se ejecute, para que podamos conocer de un vistazo su nivel de seguridad.
Curiosamente, Qubes OS también cuenta con limitaciones ajenas al Linux medio (o al sistema operativo medio, ya que estamos), fundamentadas en razones de seguridad, como el hecho de no ser un sistema operativo multiusuario o de no poder funcionar en modo 'live' (desde un USB o DVD).
Bedrock Linux
Jugando a ser el Dr. Frankestein de Linux
Bedrock Linux es, a grandes rasgos, una 'metadistribución' que nos permite crear nuestra propia distribución Linux a medida.
Es decir, que gracias a su particular gestor de paquetes, podemos mezclar y combinar componentes de otras distribuciones Linux como deseemos. Así, podríamos crearnos un Linux personalizado que cuente (por ejemplo) con:
Un sistema base estable basado en Debian.
Un kernel equipado con los últimos parches proporcionado por Arch.
Un sistema de compilación automatizada de paquetes como el de Gentoo.
El sistema de inicio de Void Linux.
Juegos que se ejecuten recurriendo a las librerías de Ubuntu.
La lista completa de distribuciones a las que podemos recurrir para componer la nuestra la encontraremos aquí, aunque debemos avisar de algo obvio: Bedrock Linux lleva años en fase beta, y ningún sistema armado con él es apto para entornos de producción.
NixOS
Cuando podemos montar todo un sistema editando un archivo
NixOS es otra distribución bastante peculiar que incluye características ya citadas en otras de este listado.
Al igual que GloboLinux, NixOS ignora la tradicional jerarquía de ficheros para alojar todos los programas y los archivos de configuración en sus propias carpetas dentro del directorio /nix/store, lo que permite acabar con los problemas de dependencias entre paquetes e instalar varias versiones del mismo programa.
Si optamos por desinstalar alguno de estos paquetes, su contenido no se borra del disco duro si no forzamos manualmente dicho borrado. El objetivo de este es poder contar, al igual que en Fedora Silverblue, con la opción de usar 'puntos de restauración' para dar marchas atrás y adelante en la instalación de software.
Pero lo realmente definitorio de esta distribución hace uso de un modelo de 'configuración declarativa': la instalación del sistema, o de nuevos paquetes individuales una vez instalado aquel, se lleva a cabo editando un archivo de configuración en el que se especifica exactamente con qué servicios o programas queremos contar en nuestro sistema.
El mismo archivo (configuration.nix) servirá para configurar otros aspectos, como la shell por defecto o los usuarios con acceso al equipo. Todo esto facilita que, sólo con copiar dicho archivo, podremos replicar de forma exacta dicho sistema en otros equipos.
RebeccaBlackOS
Un Linux innovador en honor a una youtuber
RebeccaBlackOS fue la primera distribución que incluyó por defecto el servidor gráfico Wayland (un prometedor software y eterno aspirante al trono del mucho más popular X11/X.org) y aún hoy sigue siendo una de las pocas que permite ejecutarlo desde una sesión 'live'.
De hecho, durante los últimos 7 años, esta distribución, basada en Debian y mantenida por un único desarrollador, se ha convertido en una referencia para todos los que querían echar un vistazo a dicho software y probar diversos entornos de escritorio sobre el mismo, desde KDE o Gnome hasta otros más ignotos como Hawaii, Sway o Papyros.
Quizá por eso resulta tan chocante descubrir que recibe su nombre en honor a una cantante y youtuber llamada Rebecca Black, que saltó a la fama en 2011, siendo adolescente, por una canción-meme llamada 'Friday'.
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