Lubuntu va tomar un nuevo rumbo. La famosa distribución Linux conocida por ser el sabor más ligero de Ubuntu, uno que se ha enfocado siempre en dar soporte al hardware más viejo, ha decidido que llegó el momento de cambiar, y tiene todo el sentido del mundo.
Sus responsables explican que crear una distribución Linux específicamente diseñada para hardware antiguo está empezando a ser un desafio. Esto es básicamente porque la definición de lo que es hardware viejo ha ido cambiando, y no es lo mismo un ordenador de hace 10 años que uno de 15, ni lo que serán cuando termine el soporte para la última versión de la distro (Lubuntu 18.04), en 2021.
El punto importante es que actualmente muchas distribuciones Linux pueden hacer en un ordenador de hace diez años, lo que solo podía hacer Lubuntu antes. Porque un ordenador de diez años en 2018 es básicamente uno con al menos 2 GB de RAM, un procesador de al menos dos núcleos y de 64 bits.
El enfoque de la distro desde el principio siempre había sido dar soporte a máquinas de hasta diez años de antigüedad, pero han decidido que para el futuro van a preferir adaptarse al estado actual del mercado.
Esto no quiere decir que Lubuntu dejará de ser una distro ligera, pero ya no va a proporcionar requisitos mínimos de sistema, y además aunque la experiencia por defecto sea la más ligera, permitirá a los usuarios utilizar componentes más pesados con mayores funcionalidades.
Para el futuro inmediato Lubuntu va a aprovechar las tecnologías y programas basados en Qt, y su objetivo principal será ofrecer una distro funcional pero modular, intentando "no interponerse en la forma que los usuarios usan su ordenador".
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