Todas las novedades de GIMP 2.8. A fondo (parte 1)

Han pasado años desde que se publicó la rama 2.6x de GIMP (GNU Image Manipulation Program), el programa estrella de edición de imagen digital del movimiento Open Source. Por fin y tras varios retrasos y distintas fechas de salida, GIMP 2.8 ha sido lanzado oficialmente.

Algunos hemos tenido la ocasión de instalar y probar tanto la rama inestable 2.7.x, como la versión candidata previa al lanzamiento final. Ahora ha llegado el momento de dar un repaso a todas las novedades de GIMP 2.8.

Este especial dedicado a GIMP 2.8 va a constar de dos partes, debido a la cantidad de novedades y mejoras incorporadas en la nueva versión del programa. En esta primera voy a tratar los aspectos más generales y en la segunda los técnicos.

Interfaz de ventana única

Creo encontrarme entre esa gran masa de usuarios que descubrió GIMP después de usar por mucho tiempo Photoshop. El primer gran choque en la experiencia de usuario con este programa fue la interfaz organizada en ventanas independientes. Su gran atractivo para muchos, a la par que el motivo de alejamiento de otros tantos.

En GIMP 2.8 disponemos de la posibilidad de trabajar en modo de ventana única o al estilo tradicional, ya que su activación es opcional y no viene configurada por defecto. Para activar el modo de pantalla única hemos de ir a Menú » Ventanas » Modo de pantalla única.

La elección sobre este particular se mantiene en sucesivos usos el programa. Ahora ya es cosa nuestra trabajar en un modo u otro. El modo de ventana única, junto con el nuevo sistema de paneles que se pueden acoplar, tiene a mi criterio una ventaja extra si trabajamos con varios monitores.

En cualquier caso, como esto va en gustos, las opciones están ahí para adaptar la interfaz a nuestras manías particulares. Cuando operamos en modo de ventana única, las imágenes que vayamos abriendo se organizan en pestañas con una pequeña imagen representativa de su contenido.

Configuración de ventanas y diálogos al gusto

GIMP 2.8 dispone de gran flexibilidad a la hora de organizar ventanas y diálogos. Podemos crear ventanas para contener diversos diálogos organizados en columnas. Para crear una nueva columna en una ventana, basta con arrastrar y soltar un diálogo acoplable en los bordes verticales de la ventana.

En configuraciones multi-monitor es muy práctico. Podemos tener las imágenes en una pantalla (agrupadas o no en pestañas), y las ventanas organizadas a nuestro antojo en la otra. Se han eliminado las barras de acoplamiento, el control de arrastre acoplable y se ha movido el botón de menú acoplable al área de las pestañas, además de agregar un nuevo estilo de tabulación automática.

Separación clara entre guardar y exportar

En GIMP 2.8 hay un cambio conceptual bastante grande; guardar y exportar imágenes son ahora actividades claramente separadas. Sólo es posible guardar una imagen en formato XCF nativo de GIMP.

Para exportar una imagen a otros formatos hemos de ir a Archivo » Exportar. Esta distinción hace más claro el hecho de almacenar toda la información disponible en un archivo (XCF), o no (cualquier otro formato).

Hay algunas optimizaciones para flujos de trabajo alternativos tales como abrir un jpg, trabajar en él y exportar al archivo original. Este cambio conceptual también ha permitido eliminar los molestos diálogos de advertencia anteriores sobre capas.

Al principio cuesta un poco mentalizarse acostumbrado al modo anterior de trabajo, pero definitivamente es mejor en mi opinión, sobre todo por la desaparición de la advertencia. También obliga en cierta manera a guardar en formato nativo, manteniendo así una copia del trabajo original.

Las combinaciones de teclas [CTRL]+[E] y [CTRL]+[MAY]+[E] se emplean como atajos de teclado para las funciones de exportación. Hablando de atajos de teclado, probad [CTRL]+[J] Y [CTRL]+[MAY]+[J] y su efecto sobre “ajustar ventana” y “ajustar imagen”.

Agrupación de capas

Es otra prestación muy demandada por la comunidad de usuarios de GIMP, en particular por aquellos con experiencia previa en Photoshop. La estructura plana de capas de las versiones anteriores era poco práctica para trabajar en imágenes complejas.

Imagen | GIMP

Con GIMP 2.8 podemos organizar mejor las composiciones agrupando las capas en una estructura de árbol. Además se pueden aplicar modificaciones mediante scripts a un grupo completo de capas a través de la API de plug-ins de GIMP.

Empleo de la biblioteca Cairo

Todas las herramientas de procesamiento (render) sobre lienzo han sido portadas a la biblioteca gráfica libre Cairo para proporcionar gráficos con mejor anti-alias.

Imagen | GIMP

Casi todos los plug-ins han sido portados también a Cairo. Las herramientas emplean ahora un indicador de progreso visible sobre el propio lienzo, en lugar de la barra de progreso visible en la barra de estado.

Edición directa de texto

Otra de las novedades importantes de GIMP 2.8 consiste en la edición directa de texto sobre el lienzo, desapareciendo la ventana auxiliar independiente que existía para este propósito en versiones anteriores.

El nuevo modo de edición es más cómodo para trabajar. Todos los parámetros del texto están visibles mientras editamos: familia de fuentes, formato, tamaño, estilos, controles numéricos de desplazamiento de línea base, espacio entre caracteres (kerning) y color.

Operaciones matemáticas sencillas en los cuadros de tamaño

También se han realizado mejoras para el widget de entrada de tamaño que se utiliza para asignar anchura y altura. Un ejemplo en la imagen adjunta: podemos realizar la operación número de pixel de anchura por un factor (0,5 en este caso), sin necesidad de recurrir a una calculadora.

Imagen | GIMP

Hasta aquí la primera parte del especial sobre GIMP 2.8. Si lo visto hasta el momento ya supone un gran cambio en el programa, no dejéis de leer la segunda parte, porque queda mucho por contar.

Continuará…

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