Thoughtboxes es una de las últimas incorporaciones al terreno de la productividad desde la web. Su idea parte de un concepto distinto al de otras aplicaciones: en vez de centrarse en hacer largas listas de pensamientos y tareas por hacer, Thoughtboxes quiere imitar el estilo de las notas y post-it que dejamos (¿dejábamos?) en el ordenador, en el escritorio o compartíamos con nuestros compañeros.
La estructura de la aplicación es muy sencilla. Tras crear nuestra cuenta gratuita, Thoughtboxes nos invita a poner por escrito algo que tengamos en mente, bien por hacer, bien por ordenar mentalmente. A partir de ahí, esa tarea general se transforma en una pizarra en la que iremos colgando notas, enlaces, tareas y otro tipo de contenido, y a la que podremos invitar a otros usuarios.
Thoughtboxes: a medio camino entre el mapa mental y la tormenta de ideas
Una de las principales recomendaciones que se hacen en el terreno de la productividad personal es que no empecemos a hacer algo hasta que tengamos claro el camino que vamos a seguir. Otra, que a ser posible tratemos de descomponer el proceso en los pasos más pequeños para ir avanzando sin grandes bloqueos.
Thoughtboxes sirve para ambas cosas. Por un lado, su proceso de introducción de datos y tareas nos obliga a pensar en pequeño y, a la vez, la facilidad para ordenar y reubicar cada nota y paso dentro de una misma pizarra es perfecta para la planificación de proyectos.
Cada 'Train of thought' (que así es como llama la app a cada proyecto) puede contener tantas notas como queramos y, dentro de ellas, la información se ordena por listas. Con sólo pinchar y arrastrar podemos reorganizar la información que vamos recogido.
La posibilidad, además, de compartir proyectos con otros colaboradores nos permite un trabajo creativo conjunto en el que primero podemos centrarnos en recopilar ideas y después en ordenarlo, sin que lo segundo suponga esfuerzo. No sólo la información de cada caja puede ordenarse arrastrándola, sino también las listas dentro de cada una de ellas. Nada novedoso, pero sí realizado con esmero y muy funcional.
Algunas desventajas del modelo Thoughtboxes
Para ser una aplicación tan visual, sorprende que Thoughtboxes no haya pensado en que la información de un proyecto no siempre tiene por qué llegar por escrito. A veces, las ideas y los proyectos avanzan mejor si tenemos imágenes que nos sirven de ayuda o que utilizaremos más adelante. Poderlas pegar en en nuestra pizarra (al estilo de lo que permite Springpad, por ejemplo) sería muy recomendable para hacer la aplicación más útil.
Se le echa en falta también una mayor presencia en distintas plataformas. Hoy en día, una aplicación que sirva para capturar y ordenar nuestros pensamientos y que no tenga aplicación propia para smartphone no resulta del todo funcional.
Finalmente, hay que señalar que aunque la aplicación sea gratuita, es su versión premium, por cinco dólares al mes, la que permite trabajar de manera colaborativa. En todo caso, hay una promesa importante de futuro si el desarrollo de la aplicación no se para.
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