Ahora que las grandes tecnológicas se han puesto en serio con sus plataformas de pago online, la startup Square se está quedando en la sombra de los titulares. Y de forma injusta, porque son precisamente sus responsables los que mostraron al mundo cómo los pagos se pueden simplificar gracias a los dispositivos móviles y a sus propuestas.
Otra de esas propuestas la han lanzado recientemente, y se llama Cashtags. Con ella, cualquier usuario puede enviarle dinero a otro a través de una dirección en internet cuyo patrón se aprende fácilmente. Un ejemplo rápido: si nuestro usuario de Cashtags fuera $Genbeta, podríais enviarme 50 dólares con simplemente cargar la dirección web http://cash.me/$Genbeta/50. O si quisieseis elegir vosotros la cantidad, escibiríais simplemente http://cash.me/$Genbeta y la escribiríais en la web.
La web que aparece cargando esa dirección nos pide un número de tarjeta de débito/crédito y una nota opcional para el acreedor, que puede ser alguien que nos vende algo, una empresa o el beneficiario de una donación. De hecho, la fundación Wikimedia ya ha estrenado su propio Cashtag para poder recibir donaciones cómodamente. Y por supuesto, la web funciona sin problemas desde dispositivos móviles.
La simplicidad como nueva forma de pagos online
Sólo hace falta repasar las últimas iniciativas de varias compañías para ver cómo los pagos se están haciendo cada vez más sencillos. Apple crece (aunque no idealmente) con su Apple Pay en los Estados Unidos, Facebook Messenger quiere que paguemos con mensajes instantáneos, e incluso Twitter en Francia podría ser otro canal para enviar y recibir dinero.
La mala noticia es que eso sólo se nota como debería en los Estados Unidos. En España se agradecen iniciativas como Yaap Money, pero que no se usan ni mucho menos a un nivel suficiente como para que influyan en el mercado. Poco a poco, y a esperar a que las entidades y las tiendas se suban al carro.
En Genbeta | Square: el crecimiento por encima de la rentabilidad