Recuerda con nostalgia aquella época en la que sus dedos recorrían el teclado con avidez y mordisquea la patilla de las gafas en busca de la inspiración perdida, de unas palabras muertas que le cuesta encontrar. Empieza a escribir entonces pero, incapaz de concentrarse, se detiene a observar la "interesante" sombra alargada que la pantalla perfila sobre la mesa.
Seguro que son muchos los que, como una servidora, se han encontrado alguna vez ante una situación similar a la descrita; un momento en el que desearíamos que apareciese esa musa extraviada o, al menos, que nuestra atención no tendiera a dispersarse de esa manera. Algo para lo que ahora existe el remedio ideal para los que adoran trabajar con presión: The Most Dangerous Writing App.
Probando, probando
En concreto, se trata de una aplicación que borrará todo lo que has escrito en el momento en que te detengas a descansar. Una amenaza muy útil para aquellos que necesitan un plus de presión para trabajar y una app especialmente pensada para escritores, periodistas que trabajan en su propio domicilio y profesiones similares que no llevan aparejada la “omnipresencia” de un duro jefe.
Si bien el planteamiento puede parecer un tanto duro y disuadir a muchos inicialmente, lo cierto es que en él radica también su punto fuerte y, por ende, su seña de identidad y el principal motivo por el que hemos decidido probarla. Y estas han sido nuestras primeras impresiones al respecto.
Para empezar a utilizarla, bastará con acudir a su web, seleccionar la duración de nuestra sesión de escritura (los periodos abarcan desde los cinco minutos hasta una hora completa) y hacer clic en “Start”. Ante nosotros se abrirá entonces una página en blanco –solo que el fondo tiene un tono cálido y amarillento- en cuya parte superior derecha se encuentra un contador; una interfaz muy sencilla que poco tiene que ver con un editor de textos convencional. De hecho, resulta imposible introducir negritas, tablas y otros.
Eso sí, parece que cumple su propósito, pues no pasan tres segundos desde que paramos de teclear, para que el texto empiece a difuminarse y acabe por desaparecer por completo cuando trascurren dos más. Momento a partir del cual podemos compartir nuestra pérdida a través de Twitter, sin opción alguna de recuperarlo volviendo atrás o similares. Un periodo de tiempo que, si bien no está mal para plantarle cara a un folio en blanco, en nuestra humilde opinión, resulta demasiado corto. De hecho, constituye, más bien, una fuente de motivación y un reto personal.
Otras apps imprescindibles para escritores
Al margen de la protagonista de nuestro artículo, hallamos más aplicaciones específicas (más allá de los procesadores de texto) que te ayudarán a escribir mejor. Flowstate, si bien únicamente resulta compatible con OS X e iOS es, quizás, la más parecida a ella. De hecho, hasta el intervalo en el que se eliminan tus palabras es idéntico: 5 segundos. También lo difumina de manera progresiva.
Otra de nuestras favoritas es Story Skeleton, pues con ella te resultará más sencillo organizar tus ideas previas, estructurar el futuro texto, etcétera. Está pensado para novelas y guiones de cine e, incluso, tiene un sistema de tarjetas para catalogar la información. Eso sí, solo está disponible para iOS.
Para evitar los plagios o resolver dudas relacionadas con ellos, nos quedamos con Plagiarisma (y sus correspondientes versiones móviles), que soporta más de 190 idiomas y que se vale de diversos motores. Incluso nos permite probar textos o url directamente. The Plagiarism Cheker actúa de manera similar, aunque no es tan completa.
Si, por el contrario, lo que deseas es maquetar y publicar tu libro ya acabado, nada como Bubok, Lulu e iBooks Autor. Mientras que la primera te ofrece toda clase de manuales, plantillas y asesoramiento a través de foros, la segunda te brinda la opción de vender tu libro en Amazon, crear varios proyectos, etcétera. Respecto a iBooks Author, una de sus grandes ventajas es que permite añadir contenido interactivo y multimedia.
No podíamos dejar de comentar, asimismo, la existencia de utilidades que nos lo ponen más fácil a la hora de mantenernos concentrados en una tarea un determinado periodo de tiempo. Es el caso de Pomodoro Timer, una extensión de Chrome que nos deja aplicar, precisamente, la conocida técnica Pomodoro, configurar los intervalos dedicados al descanso y el trabajo, etcétera.
Rescue Time actúa de un modo similar y es perfecta para conocer en qué se esfuma nuestro tiempo. ¿Cómo? Monitorizando la actividad del ordenador y advirtiéndonos de cuándo estás destinando más minutos de los que deberías a determinadas tareas. Incluye parámetros específicos para redes sociales, correo electrónico y similares; e integra un bloqueador para webs y demás.
Nos quedamos también con Focus Booster que, con cinco años de trayectoria a sus espaldas, viene con un temporizador muy visual, además del correspondiente seguimiento y estadísticas. Otras de sus virtudes son que nos permite elaborar las facturas rápidamente y que dispone de un apartado para clientes. Su público objetivo son los autónomos, sin duda.
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Imagen | Pixabay
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