Hace un par de días hablábamos sobre FaceApp, una aplicación de filtros que se puso de moda hace un par de años. Esta, logró viralizar su filtro 'edad' en las redes sociales, donde varios famosos empezaron a compartir cómo lucirían con unos cuantos años más encima. Después de los memes y las bromas, empezaron a llegar a la red los planteamientos sobre cómo trata FaceApp los datos de los usuarios, y si son lícitos o no sus comportamientos.
Se ha puesto sobre la mesa el supuesto problema de que FaceApp envía datos a Estados Unidos y Rusia, amén de que pueden utilizar tus fotografías para entrenar sus algoritmos. Si echamos un ojo a los términos y condiciones de usuario, y los comparamos con los de aplicaciones que prácticamente todo el mundo utiliza en su día a día, nos damos cuenta de las prácticas no son muy distintas, poniendo de manifiesto cómo podemos llegar a renunciar a nuestra privacidad sin ser conscientes de ello.
FaceApp hace lo mismo que Instagram o Facebook, usar tus datos para mejorar el servicio
Hay dos puntos capitales en las principales críticas a FaceApp. La primera hace referencia a que tus datos son enviados a Estados Unidos y Rusia, y la segunda, que tus datos pueden ser tratados para, según vemos en la red, entrenar a su propia IA.
Efectivamente, tal y como vemos en la política de privacidad de FaceApp, tus datos son almacenados en Estados Unidos (no mencionan explícitamente ningún otro país), y en todo aquel país donde la compañía pueda tener instalaciones. Si echamos un ojo a los términos de aplicaciones como Instagram, también podemos ver que se especifica que nuestros datos son enviados a Estados Unidos. Si una compañía opera en Estados Unidos, es lógico que nuestros datos se guarden allí, es algo que se refleja en los términos de uso, y a lo que estamos dando permiso.
Por otro lado, se han despertado inquietudes acerca de qué puede hacer y qué no puede hacer FaceApp con nuestras fotografías. El resumen es bastante similar al punto anterior. FaceApp no hace nada que no hagan otras aplicaciones populares, en este caso, valerse de nuestras fotografías para mejorar sus servicios y para posibles fines comerciales.
Justin Reynolds, de Activision, compartía en su perfil de Twitter uno de los puntos que más 'ampollas' ha levantado sobre Faceapp, el apartado en el que se especifica que, al usar la app, proporcionas una licencia perpetua, irrevocable, no exclusiva, mundial y libre de royalties que podrán utilizar para distribuir tus datos. Cobra sentido preocuparse ante tal declaración pero, de nuevo, si miramos en los términos de Instagram, nos encontramos ante algo similar.
"En nuestro Servicio, o en relación con este, de conformidad con el presente acuerdo nos concedes una licencia mundial, no exclusiva, transferible, sublicenciable y exenta de pagos por derechos de autor para alojar, distribuir, modificar, mantener, reproducir, mostrar o comunicar públicamente y traducir tu contenido, así como para crear contenido derivado (de conformidad con tu configuración de privacidad y de la aplicación)". Instagram
Prácticamente lo mismo. Cuando usas una app, tus datos pasan a ser de la app, y la compañía puede usarlos a su voluntad, sin que tengas derecho alguno a una compensación. De hecho, en el caso de Instagram, afirman recoger datos extra cuando activas el reconocimiento facial. Esta práctica es legal, se recoge en la inmensa mayoría de términos y condiciones de uso, y no es nada nuevo. Simplemente, con FaceApp, ha vuelto a ponerse sobre la mesa.
En cuanto al resto de términos de FaceApp (los cuales llevan sin actualizarse desde 2017, dicho sea de paso), no encontramos nada que haga saltar nuestras alarmas. Explican que recogen información del usuario, que sus servidores la graban de forma automática, y que la utilizan para crear y mejorar sus contenidos y servicios (analítica, desarrollo de nuevos servicios, mejora de los actuales, etc.). Del mismo modo, al igual que otras apps, comparten tu información con terceros, afirmando que no venden tus datos sin tu consentimiento.
Como adelantábamos antes, explican que, cuando te registras y usas su servicio, estás aceptando que tus datos se envíen a Estados Unidos y cualquier otro país donde Faceapp tenga instalaciones. De nuevo, recordamos que esta práctica es legal (el RGPD tan solo obliga a informar al usuario y a operar de este modo una vez dado su consentimiento), y que las aplicaciones más populares incurren en ella.
Lo que sí hace mal FaceApp
Dentro de los términos de FaceApp, así como dentro de la propia aplicación, no se proporciona de modo alguno información acerca de los datos exactos que se están recopilando, y si hay alguna forma de acceder a ellos o solicitar su borrado, algo que exige el RGDP. En aplicaciones como Facebook, WhatsApp o Google, es posible descargar una copia con buena parte de los datos que han recopilado sobre nosotros.
Sea como fuere, FaceApp tampoco ha declarado que no estén dispuestos a compartir con los usuarios los datos que recopilan de ellos, por lo que nos hemos puesto en contacto con ellos para saber si hay alguna forma de descargar algún archivo que recoja las informaciones que recopilan sobre nosotros.
Estamos renunciando a nuestra privacidad, pero no es algo nuevo
Con la llegada de la RGDP, llegaron los derechos al olvido y portabilidad, así como las obligaciones por parte de las compañías a explicar de forma clara las prácticas que realizan con los datos de los usuarios, y la eliminación de las casillas pre-marcadas por defecto. Este reglamento buscaba que el consentimiento entre ambas partes se diera de forma inequívoca, pretendiendo acabad con claúsulas poco transparentes para facilitar la vida a los usuarios.
_Datos recopilados por Álex Barredo_
No obstante, el tratamiento de los propios datos sigue siendo prácticamente el mismo, resumiéndose en que dato que subes, dato que pertenece a la compañía propietaria de la app o servicio al que lo hayas subido. Las cifras hablan por sí mismas, aplicaciones como WhatsApp alcanzaron el pasado año los más de 1.000 millones de usuarios activos diarios, a los que les podemos sumar los más de 500 millones de Instagram, los más de 1.500 de Facebook o los 134 millones de Twitter. Miles de millones de personas han aceptado que las compañías pueden utilizar sus datos para mejorar sus servicios, así como almacenarlos fuera de Europa.
En nuestra opinión, analizados los términos de usuario y comparados con los del resto de apps, no tiene demasiado sentido preocuparse ahora por una aplicación que sube nuestras fotografías a sus servidores para mejorar sus servicios, entre o no su algoritmo con dichas fotos. Los anuncios que ves, las mejoras en los filtros (a la hora de ajustarse a nuestra cara) y gran parte de las nuevas opciones de las aplicaciones son posibles gracias a los datos de los propios usuarios, algo que asumimos cuando usamos las aplicaciones y aceptamos sus términos y condiciones de uso
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