Seguimos con nuestro especial de las tecnologías que han cambiado este mundo con un ingenio que está teniendo muchas aplicaciones más de las que inicialmente nos pensábamos: el GPS o Sistema de Geoposicionamiento Global. Gracias al GPS, determinar nuestra localización es ahora cuestión de un simple toque en nuestras pantallas táctiles.
¿Cómo se consiguen esos datos? ¿Cómo sabe nuestro teléfono que estamos en un punto determinado en unos instantes? Es algo que jamás hubiéramos imaginado poder hacer hace diez años, y menos con un teléfono que se puede considerar como un miniordenador de bolsillo. El secreto radica en 24 satélites que orbitan nuestro planeta, y cuyos sensores cubren toda su superficie. Cuando queremos localizarnos con un dispositivo que use GPS, éste recibe una señal de como mínimo tres satélites que triangulizan nuestra posición basándose en el tiempo que tarda la señal enviada en llegar al dispositivo desde los satélites.
El detonante: el efecto doppler y los rusos
Todo empezó el 4 de octubre de 1957, con el lanzamiento del primer satélite artificial por parte de los rusos. El Sputnik I era medido usando el efecto Doppler, un fenómeno en las ondas de sonido provenientes de un objeto móvil responsable de que el sonido de un tren sea diferente cuando se aleja que cuando se acerca. Los estadounidenses aprovecharon este sistema creando a TRANSIT, que conseguía lo mismo y se aplicó militarmente en los años 60 para poco más tarde estar disponible para uso comercial.
Lo malo del sistema TRANSIT es que para poder recibir la posición correcta debías estar quieto, y dicha posición no se actualizaba hasta dentro de 40 minutos. Tuvimos que esperar hasta los años setenta para que la Fuerza Armada de los Estados Unidos desarrollara un sistema más complejo y eficiente, con una red de once satélites que no saldrían de la atmósfera terrestre hasta los años ochenta. El sistema, para ese entonces, se llamaba NAVSTAR GPS. Personajes como el científico Roger L. Easton, Ivan A. Getting y Bradford Parkinson, considerados padres del sistema GPS, recibieron reconocimiento en forma de premios y honores estatales por su duro trabajo durante esos años.
A partir de entonces, la red de satélites se ha ido modernizando y haciéndose más grande. Ronald Reagan, ex-presidente de los Estados Unidos, ordenó que el GPS pudiese ser usado por los servicios civiles después de que un avión con 269 personas a bordo que entró en el espacio aéreo restringido de ese país, fue abatido por las fuerzas rusas. Bill Clinton, predecesor de George Bush en la presidencia del país norteamericano, contribuyó a que el sistema ganara cinco veces más precisión con una orden para eliminar una restricción que impedía una mayor precisión de cien metros.
En abril de 1995, los Estados Unidos consideraron que la red de satélites tenía una capacidad operacional total. De aquí a nuestros días, el GPS ha sido utilizado por las organizaciones militares para mantener buenos datos de la posición de sus naves y vehículos, aunque ahora lo usan incluso todos los soldados de forma individual.
La aplicación en el mercado doméstico y social: un boom en los coches y otro en los móviles
El GPS tuvo su primera entrada al mercado general con los navegadores para el coche. ¿Quién no sabe lo que es un TomTom? A cien metros. Gire. A la. Derecha. Lo que en un principio estaba reservado para los vehículos de gama alta y se encontraba irremediablemente integrado en la consola de conducción, ahora se puede comprar para cualquier coche e incluso moto a un precio mucho más asequible.
Pero donde realmente el GPS ha encontrado su mayor explosión es en los terminales móviles cobrando la forma de A-GPS o GPS asistido ayudándose de las torres de telefonía y las redes Wi-Fi públicas para posicionarse mejor. El iPhone de Apple fue el primer terminal en exprimirlo tanto como pudo, y con su competencia adoptando la misma actividad han nacido centenares de servicios y redes sociales que toman nuestras coordenadas como base (Foursquare siendo la más popular). Paralelamente, por supuesto, han surgido problemas de privacidad relacionados con nuestra localización.
¿Y el futuro? ¿Cómo podemos exprimir aún más el sistema GPS? Las redes sociales y servicios que veremos nos lo dirán. También hay que destacar a Galileo, el sistema de geolocalización europeo que podrá interoperar con el GPS (y su equivalente ruso GLONASS) para ofrecer coordenadas con un margen de error minúsculo. Parece que en los próximos años veremos, principalmente, un aumento en la rapidez y en la exactitud de nuestras coordenadas. Esperemos que esto no suponga un aumento de la basura espacial debido a demasiados satélites, un problema que por desgracia es ya demasiado evidente.
Ahora es tu turno de cambiar el mundo con Imagine Cup. La competición de Diseño de Software de Imagine Cup 2012 se basa en el desarrollo de aplicaciones y soluciones que puedan lograr convertir el mundo en un lugar mejor. La final mundial que se celebrará a principios de Julio en Sidney, Australia.
Imagen | Thomas Benkö
En Genbeta | Diez tecnologías que cambiaron el mundo