La crisis financiera, ahora de deuda, pero finalmente sistémica que nos está llevando por la calle de la amargura desde hace ya demasiados años y que solamente está valiendo para sacar a flote la impunidad de la “nueva aristocracia” que, desde el poder, no hace más que equivocarse, darle el dinero a quien menos lo necesita, saltarse todas las reglas del juego y machacar al más desfavorecido, nos ha traído en estas últimas fechas una profunda reforma laboral.
Dicha reforma ha traído, y traerá muchos debates, mucha demagogia, muchas mentiras y muchas verdades como templos.
Ya se han formado, al menos, dos bandos en donde el apoyo a este cambio profundo en las reglas del juego depende de las siglas políticas y no del mínimo sentido común que necesita su análisis.
Pero una de las frases, leídas por twiter, que más me ha gustado es el título de este artículo, Bienvenido al mundo laboral de la consultoría informática. Y en donde quiero dar mi visión personal de la manera en que nos afecta a los profesionales del sector del desarrollo y mantenimiento de software.
Los cambios en los despidos
Estoy plenamente seguro que el legislador ha tenido que tomar decisiones muy difíciles y desde un punto de vista muy amplio en un escenario extremadamente complejo como pueden ser las relaciones laborales entre los diferentes agentes sociales y la extrema complejidad de la ley que se acaba de modificar.
Pero debieron estar despistados cuando incluyeron una pequeña puerta trasera que va a traer “cola”.
Si, como empresa, puedo demostrar que tengo perdidas, o que pudiera llegar a tenerlas o que tengo menos beneficios en los últimos tres meses, puedo – avisando con 15 días – comunicarles a los empleados un cambio de situación geográfica, de categoría y/o de salario. Y si yo, como empleado, considero que esto no es aceptable, lo único que puedo hacer es presentar una baja voluntaria y se me indemnizará con 20 días por año trabajado y hasta un máximo de 9 años (si fuese por movilidad serian 12 años).
Así parece complejo, pero básicamente con esto se abre la puerta a echar a cualquier persona, lleve 10 años o lleve 30, al mismo coste: al mínimo.
Se acabó lo de no cambiar de empresa y hacer carrera en ella. Porque cuantos más años lleves en ella, más motivos financieros hay para echarte (al revés de lo que se ha conseguido con sangre, dolor y lágrimas en el siglo pasado)
¿Cómo nos afecta a los programadores?
Actualmente, en nada.
Nuestro mercado laboral tiene una rotación muy alta gracias a una falta endémica de profesionales (no hay bastantes para las necesidades) lo cual significa que hay prácticamente paro 0 a partir de un cierto nivel de experiencia. Y eso se puede observar en que, en España, se pueden contar con los dedos de una mano los programadores que lleven 15 años o más en la misma empresa.
Además hay que añadir a esto la extraña forma de hacer negocios de las consultoras, que son como las empresas de telefonía, en donde tratan mucho mejor al nuevo que llega que al de la casa. Así muchas veces me he encontrado que el modelo principal para que podamos tener un aumento de sueldo en nuestras nóminas es cambiando de empresa. Lo cual, insisto, a partir de un cierto nivel no es difícil.
Esto significa que solamente aquellos que lleven mucho tiempo en un proyecto o en una misma empresa pueden ser afectados por estas “lentejas” para forzar rebajas en los sueldos. Pero que, muy posiblemente, llevarían a una caída brutal de la producción –el software se desarrolla con profesionales motivados- y a la rotación del personal.
O sea que, en mi opinión, este “truco” que va a causar –creo que ya lo está haciendo- una destrucción muy importante de empleo a plazo inmediato, seguido de una recuperación con condiciones mucho peores para los trabajadores, aceptadas por el miedo al despido; en el sector del desarrollo informático no va a causar grandes cambios.
Promoción de los contratos
El gobierno, este y prácticamente todos, ha declarado por activa y por pasiva que el objetivo de este tipo de reformas es la búsqueda de rebajar las cifras de desempleo. Como estamos viendo, curiosa manera de hacerlo.
Para lo cual han sacado una batería de subvenciones más o menos directas a la contratación. Muy centradas en las personas más castigadas por la dificultad del acceso al mercado laboral como son los jóvenes (decir que una persona de 30 años es joven…), las mujeres y los parados de larga duración de más de 50 años.
Así mismo se “ayuda” a los emprendedores, a las pyme y a los autónomos en el caso de cerrar contratos, en algunas de las decenas de formas que tenemos en la legislación actual.
La verdad es que hay que tener un doctorado en leyes y economía para entender las fórmulas de ayuda, y no es este el caso de quien escribe estas líneas. Pero sí que podría decir, desde el punto de vista del emprendedor que fui, que todas son absolutamente paupérrimas.
Por ejemplo, si es mi primera empresa, y contrato mi primer empleado y este es su primer empleo y es un “joven”, me subvencionan 3000€. Cosa que significa que con ese ahorro pago 3 meses de su sueldo de 650 o 700€. Miseria para él y miseria para mí.
Además en desarrollo pagarle a nadie 700€ al mes, da la risa. Es que va a durar en la empresa los dos primeros meses y en cuanto sepa hacer un Hello World ya se ha ido.
Por lo cual esta reforma, para nuestro sector, no vale prácticamente para nada y va a seguir existiendo y aumentando la terrible barrera de acceso que hay ahora mismo para acceder a puestos de desarrollo informático.
Los clientes ya no le pagan a las consultoras becarios a precio de senior. Y por lo cual una persona sin experiencia o con poca experiencia en desarrollo lo tiene muy difícil para obtener el primer puesto de trabajo que le permita entrar en la rueda laboral.
Lo cual, agudiza el problema de falta de profesionales.
En resumen, incluso con la posibilidad de que el bolsillo de todos (la pólvora del Rey) pague parte del sueldo del empleado por medio de cosas tan raras como poder cobrar un sueldo y parte del paro, no veo que el incentivo a la contratación sea lo suficientemente interesante para el empresario. Y en especial para el empresario español “cañí” que solo ve cuentas de resultados a corto plazo, como para romper el círculo vicioso que deja fuera a la sangre nueva del sector.
O sea que aquí tampoco veo grandes cambios ya que apoya de forma tibia justamente el tipo de perfil que el mercado no demanda.
Conclusión
He de reconocer que la mayoría de las cosas que estoy leyendo sobre la reforma laboral no me producen más que preocupación. Pero, por suerte o por desgracia, me da la sensación que los programadores ya estábamos en esa realidad laboral hace muchos años.
Si acaso podría reseñar el que por fin se le ha quitado el monopolio de formación a la fundación tripartita, que realmente se había convertido en un nido de Ali Babas, y que los empleados, en teoría, podemos exigir nuestras 20 horas anuales de formación, que ahora son pagadas por la empresa, previo descuento de nuestras nóminas.
A ver si ahora sí que se implanta una formación constante de la que todos hablan y casi nadie ofrece a sus trabajadores. Y que vaya mucho más allá del curso de inglés.
En líneas generales, y desde el punto de vista de un programador, realmente no ha traído nada nuevo a nuestro horizonte laboral. En donde la rotación ha provocado un despido libre “de facto” y una flexibilidad que parece ser lo que se busca implantar en otros sectores.
Si acaso esperar que futuras medidas se centren en fomentar el empleo, ya que se ha apoyado de forma eficaz el despido. Y sobre todo rogar para que el tiempo me quite la razón de las previsiones que estoy realizando en este largo invierno.
Mas información | Real decreto de la Reforma laboral
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