Muchos estudios demuestran que cada día se efectúan más compras por Internet (sin necesidad de salir a la fría calle) y es de sentido común que en navidades se realizan muchas más compra, lo que es una situación perfecta para el malware, deseoso de nuevas personas a las que robarles su dinero.
Esta es la temporada alta de los ciberdelincuentes, que actualmente lanzan multitud de troyanos que quieren conseguir datos de acceso de cuentas bancarias y manipular las transacciones para que el dinero de las mismas termine en los bolsillos de algún sinvergüenza, lo que conllevaría un fiasco y quedarse alguien sin algún regalo.
Esto es algo que tenemos que tener en cuenta sobretodo los desarrolladores, porque a la hora de realizar o implementar un sistema de pago sería recomendable que invirtiéramos unos segundos en explicarle a los usuarios del sistema que medidas deben de tomar cuando realicen pagos.
¿Y qué medidas tomar?
Ante todo tener un antivirus, que por desgracia puede que no detecte un troyano moderno con unos días de vida, pero un troyano “estándar“ seguro que si lo detecta.
Nunca se debe de dar ningún dato relacionado con nuestras cuentas bancarias a través de correos electrónicos, como ya sabemos los bancos nunca nos lo pedirán.
Tampoco tenemos que dar nuestros datos bancarios directamente en una página web desconocida, hay que asegurarse de usar dos procesos de autenticación complementarios para aumentar la seguridad (que suelen realizarse de forma externa a la web donde realizamos la compra y se hace en la propia del banco o de una entidad dedicada a los pagos online).
Si accedemos a una tienda online a través de un link del que no nos fiamos (procedente de una web desconocida o un correo electrónico) es recomendable mirar si la URL es la correcta y no tiene alguna variación (por ejemplo: tiendajuguetes.com
o ).tiendajugete.com
Y nunca, nunca y nunca acceder a las páginas confidenciales de los bancos o realizar compras online en redes wifi públicas (nunca en el McDonalds).
Vía | TicBeat