Javier Cantón es una de esas personas a las que, en los Estados Unidos o en Europa, sería difícil o muy difícil hacerle una entrevista por lo elevado que estaría en el organigrama de cualquier empresa puntera.
Detrás de una persona agradable, llena de energía y con el don de palabra, me he encontrado a una fuente inagotable de conocimiento, de profundidad abrumadora, líder de un equipo de talento superlativo que representa una punta de la lanza en la industria nacional e internacional.
Y que, con poco más de la treintena cumplida, ya tiene un historial que cualquier profesional del desarrollo de software envidiaría.
¿Cuándo te diste cuenta q lo tuyo era el desarrollo?
Cuando era chico mis padres me apuntaron a Karate, a guitarra (tengo 7 años de conservatorio), hacia futbol y baloncesto, hasta que a los 14 años conocí la informática y todo lo demás desapareció.
Mi primer ordenador fue un Pentium 133, que me compro mi padre porque le dijeron que era una cosa buena. Y desde ese momento ya empecé a decir que quería ser programador de ordenadores; que es lo que al final siempre me ha apasionado.
Pero en la universidad también hiciste tus pinitos con hardware
Si, para un trabajo de la universidad me hice mi propia mesa – de cartón – multitáctica, como la Microsoft Surface (no confundir con las actuales tabletas homónimas). Cogí una webcam normal que ve en luz visible e infrarroja -que está filtrada-, le partí el cristal para que pudiera ver en luz infrarroja, y utilice un negativo de fotografía para eliminar la luz visible, convirtiendo la webcam en un sensor de infrarrojos. Así, se podía reconocer la mano y detectar múltiples toques a la vez.
El siguiente paso, con mi hermano y mi padre, fue montar una mesa multitáctil como la Surface, pero funcionando mejor. Desarrollando un framework para este tipo de dispositivos, que iba todo por XNA. Lo malo es que entonces todo funcionaba sobre la CPU (ahora es por GPU) y no iba todo lo rápido que podría.
Y, como si fuera poco, también competiste en tres ediciones de la Imagine Cup de Microsoft, ganando dos veces la edición nacional, y llegando a la final mundial en la India.
Si, una fue con un tema de UI, otra un sistema de parking, y a la india fuimos con un sistema parecido a lo que después sería Kinect. Estuvimos 15 días en la India y nos pasaron un montón de cosas.
¿De la universidad directamente a tu única empresa? ¿Porqué?
Cuando salí de la carrera me llamaron dos empresas. Pero en la que estoy, además de conocer a la gente y que le dieron valor a que era MVP de XNA, me ofrecieron entrar en un equipo nuevo dedicado a hacer videojuegos. Aterrizando en la optimización del rendimiento de un juego llamado Bye Bye Brain (N.R. Un auténtico bombazo internacional en Windows y Windows Phone).
Aquí siempre confiaron mucho en mí, siempre me han dado esa libertad para poder crear y poder aportar. Me dieron al equipo y me dejaron crear el nuevo proyecto Wave Engine.
Se montó la oficina de Sevilla, se empezó a contratar gente (muchos antiguos compañeros de universidad), y desde entonces han pasado 7 años.
¿De qué se trata tu trabajo actual?
Wave Engine ahora mismo es un motor gráfico industrial de “no games”, que no quiere competir con motores generalistas como Unreal o Unity3D. Porque uno habla con las empresas y muchas están utilizando motores gráficos para cosas que no son juegos, mientras nosotros llevamos 7 años orientando Wave hacia industria.
También trabajamos en realidad virtual, pero sobre todo el foco está en realidad aumentada, que tiene previsión de crecimiento de 120 mil millones de dólares de aquí al 2020.
Como ejemplo, uno de los éxitos que ahora mismo tenemos en el departamento, es el soporte remoto con HoloLens. Yo soy un técnico, hay una avería de electricidad en Gran Canaria, me cojo un avión, me pongo las HoloLens, me pongo a reparar, hago una videoconferencia contigo aquí, tu ves lo que yo estoy viendo, me pintas en la propia pantalla, me muestras un checkin, etc.
La realidad virtual es un subconjunto de la realidad aumentada, porque si podemos hacer opacos los cristales de una gafa de RA, ya tenemos un dispositivo de RV. La realidad virtual ha estallado en estos últimos años, pero muy orientada hacia el usuario final y los videojuegos; la realidad aumentada aún está por estallar.
¿Cuánto tiempo le dedicas a programar?
Mi empresa busca gente que le encante lo que hace. Normalmente no hay un horario establecido, siempre el horario es flexible y yo voy por objetivos, por tareas que tengo que cumplir. Por ejemplo, el tiempo dedicado a esta entrevista es parte del trabajo, el asistir a eventos, etc.
¿Se trabaja? Si, a mí me gusta mucho lo que hago y, por ejemplo, un sábado estoy en casa aburrido y le empiezo a meter líneas de código a Wave Engine, ¡porque me encanta!
¿Y en tu tiempo libre?
Hago temas de domótica, también tengo las tres guitarras (eléctrica, flamenca y clásica) aunque las toco poco. Cuando estaba en el conservatorio sí que hacía conciertos, pero ahora no tengo tiempo. También tengo un grupo de Counter Strike, que quedamos todos los viernes y domingos a las cinco de la tarde para echar unas partidas.
Y luego, con mi novia, nos gusta mucho hacer senderismo y el campo. Ella es española y norteamericana, y nos vamos mucho de viaje por los USA y ya nos hemos recorrido muchos estados porque no somos de vacaciones en la playa.
¿Qué le aconsejarías a las personas que están iniciando la carrera universitaria?
Yo recuerdo, cuando estaba haciendo informática, una de las cosas que me decían: “deja eso de los videojuegos y de las cosas 3D, y dedícate a hacer bases de datos que es lo que da dinero”.
Y yo sin embargo realmente dije: no, yo quiero hacer lo que realmente me gusta. Y no tiene que nada que ver cuando le das al Visual Studio a compilar y sale algo en tres dimensiones girando o te pones un casco, que cuando le das y sale una página web. No tiene nada que ver, es muchísimo más divertido.
Si te gusta, lo más importante son las matemáticas. Saber responder a preguntas como “¿qué es el producto vectorial y qué es el producto escalar?”, que fue la pregunta que me hicieron a mí cuando hice una entrevista para NVidia.
Dentro de las matemáticas hay varias partes: el algebra lineal, las matemáticas discretas, el cálculo infinitesimal – que no me mola mucho. Aunque bueno, muchas veces tampoco nos lo explicaron bien. Por ejemplo, en código informático una Integral es un “FOR”, y si nos los hubieran contado de esa manera pues hubiese sido mejor.
La matemática que me gusta es el algebra lineal que es todo lo de vectores, matrices y transformaciones de espacios. Y alguien que quiera entrar en el equipo debe controlarlas, porque se usan a diario.
Veo que hay varias compañeras en la sala de trabajo que tenemos al lado, lo cual está muy bien. Pero ¿qué piensas sobre la escasez de mujeres en nuestro sector?
Debatimos internamente en nuestra empresa el conseguir que haya más mujeres porque, tenemos alguna delegación sin mujeres. Y el propio equipo admite y reclama que entren mujeres porque aporta un punto de vista diferente.
Por ejemplo, nosotros hemos abierto dos plazas a las cuales se han presentado 35 personas de las cuales solamente una es una chica que, además, es de Iowa. El problema es que tenemos que contratar a la mejor persona, y la probabilidad de que esa chica sea la mejor es una entre treinta y cinco.
Osea, el problema viene más atrás. ¿Porqué no hay más mujeres en el mercado? Nosotros hemos hablado con Universidades y en mi empresa tenemos una ratio bastante normal para el que hay en las aulas de la universidad. No esperes que luego los puestos de trabajo en las empresas el ratio sea diferente.
En el caso de chicas en informática hay chicas muy buenas. Es más, yo diría que las que hay están por encima de la media de los chicos. ¿Porqué? Porque han tenido que sufrir mucho y han tenido que decir “no, no, a mí me gusta la informática y voy a seguir aquí, aunque estoy rodeada de tíos, pero voy a seguir aquí”. Eso es difícil. Te tiene que gustar mucho para llegar a decir “voy a seguir los cinco años de carrera, aunque no haya otra chica en la carrera”.
Una de las cosas que se tendría que mirar es cuál es el paro en chicas informáticas, porque a lo mejor es nulo. Si me dicen que hay montón de chicas en paro, y que en chicos no hay paro, eso sería que se entra contratando chicos por encima de chicas. Pero si no hay ninguna chica que esté en paro, significa que todas están trabajando. De manera que no podemos meter más chicas en la empresa porque, directamente, no hay.
Yo entiendo la discriminación positiva. Si tienes dos perfiles iguales, que te quedes con la de la chica porque necesitamos más mujeres y eso va a enriquecer al equipo. Y entiendo un poco del problema de las chicas porque mi novia es ingeniera informática, y ella dice que entró en informática, que tenía tres amigas en clase, y en segundo de carrera se fueron dos de ellas, y quedó sola rodeada de chicos. Y para eso hay que tener mucho coraje y te tiene que gustar mucho.
Desde GenbetaDev, queremos agradecer a Javier Cantón por estas dos horas y media de entrevista, en donde ha compartido su experiencia personal en una faceta poco conocida del desarrollo, y que estamos acostumbrados que nos venga desde el exterior.
Sin duda un valor en alza, junto con todo el equipo de trabajo que está construyendo aplicaciones de alta tecnología para Realidad Aumentada, y cuyos nombres podremos encontrar codificados dentro del manifiesto de recursos del motor gráfico Wave Engine.
Más información | Javier Cantón, Canal de youtube de Wave engine, HoloLens, un futuro de realidad aumentada por descubrir - Javier Cantón en T3chFest 2017, Andalucia Investiga (pag. 12)
Ver todos los comentarios en https://www.genbeta.com
VER 0 Comentario