En los pasados premios Xataka, pudimos disfrutar de una potente charla de David Bonilla. Emprendedor, compañero del metal y excelente comunicador.
El inicio de la ponencia fue un “Disclamer” ya que un problema en la funda de una muela le estaba haciendo mucho daño, me parece que lo solventaba con analgésicos, y se le notaba que estaba con las pilas descargadas en comparación con otras charlas que he podido disfrutar.
Bienvenido a la realidad = Mordor
Primer aviso: hay un montón de gente haciendo ruido, gente del tipo “haz lo que te digo, que no lo que hago”; internet es mentira y básicamente lo que te encuentras no vale para nada; y que, en resumen, emprender es mucho más difícil de lo que parece.
A continuación David analizo la pregunta fundamental que debiera de tener claro todo emprendedor como son: ¿Por qué quieres emprender?
Lo cual incluye ser firme en tus valores, estar dispuesto a perder mercado o dinero por tu sentido de lo que está bien, y no sacrificarlos en el altar de los “Hermanos Marx”.
Elige bien tus compañeros de aventuras
Muy interesante el concepto de clientes y proveedores tóxicos, aquellos de los que huir de la peste por el daño que pueden hacerte. Algo tan importante como el asociarse con las personas adecuadas porque, como explica tan bien, muy posiblemente vas a estar más tiempo con ellos que con tu familia.
A continuación Bonilla entra en el peliagudo tema del dinero, en donde pone como ejemplo su propia empresa pensada desde el principio para que se autofinanciara y que finalmente ha sido “invertida”.
La idea no importa un penique
Posiblemente este sea el concepto más rompedor de la charla, el que la idea no es el centro del emprendimiento, si no que esta tiene una prioridad o importancia menor a todos los puntos que había explicado anteriormente en la charla.
El MVP - Mínimo Producto Viable - es una idea proveniente de Lean Startup, y que se confunde muchas veces con cutre… lo cual lo hará absolutamente inútil para su objetivo que es validar una hipótesis, ya que nadie lo va a utilizar.
La premura en sacar el MVP es tan negativa en algunos casos como también puede serlo el objetivo de obtener beneficios lo antes posible. De hecho David muestra un ejemplo de cómo esta prisa se convierte con facilidad en una trampa que puede alejar a los inversores o hacer inviable el crecimiento de la empresa.
Medir y cuestionarse todo
Cuánta razón tiene Bonilla al señalar la aversión profunda que tenemos la mayoría de los desarrolladores a las métricas y al esfuerzo para obtenerlas. De hecho este es uno de los cambios que ha tenido que hacer en su empresa ya que se han encontrado con la tozuda realidad de que solo se puede validar una hipótesis de negocio por medio de las cifras.
Porque, aunque con una prioridad muy baja, hay que mantener la mente abierta y estar permanentemente cuestionándose todo. Y probando la validez de las ideas que queremos desarrollar.
Conclusiones
El final de la charla transmite una verdad que para muchos emprendedores debería ser un mantra (y más si son empresas tecnológicas con aspiraciones de startup): “Se está construyendo negocios, no productos”.
Lo cual David resume perfectamente en que lo que se busca es la forma de meter un euro en una “hipótesis” y obtener un euro y un céntimo a cambio, no de hacer proyectos “chulos” pero que no sean rentables.
Personalmente me ha sorprendido la baja energía de un excelente comunicador como es Bonilla, sin duda a causa de la muela y el cansancio. Y lo oscuro de la charla que, a diferencia del formato autoayuda emocionante tan de moda en la actualidad, enfrenta al oyente a la dura – durísima diría – realidad de emprender.
Y, sin duda alguna, esta es otra charla a atesorar y volver a disfrutar cada cierto tiempo para poner los pies en la tierra.
En Genbeta Dev | Premios Xataka 2014
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