Quizás te estás planteando desplegar tus aplicaciones en la nube, por eso es conveniente hacer un repaso a lo que implica usar la nube como hosting antes de elegir un servicio concreto. Usar la nube implica menos conocimientos de administración de sistemas pero no te librarás de algunas de esas tareas.
Auto escalado de recursos
Una de las grandes ventajas de la nube es que podremos escalar nuestras maquinas virtuales según nuestras necesidades sin hacer un desembolso inicial de un número concreto de maquinas. Según se incrementa la demanda y veamos picos de tráfico podremos ir aumentando los recursos necesarios. Es importante tener en cuenta cómo funciona el sistema de autoescalado en la plataforma que elijamos, existen alternativas que hacen de forma transparente el autoescalado y otras que requieren que definamos una serie de configuraciones para asignar recursos.
Pagar por lo que usas, ojo con la factura
En la nube se factura por lo que consumimos, es decir, sólo pagamos el uso que demos de las maquinas. Por supuesto, influye el tipo de recursos que contratemos: desde pequeñas maquinas (micro instance) a grandes maquinas (extra large instance) con mayor capacidad de proceso y almacenamiento.
El precio variará determinado por el tiempo de proceso que hemos consumido, la memoria usada, el número de peticiones que hemos realizado.,... etc. Una serie de variables que tenemos que tener controladas y si es posible haber simulado con las calculadoras que algunas soluciones ofrecen.
Infraestructura Cloud: servicios adicionales
No todo es el alojamiento de nuestra aplicación. Existen soluciones que también nos ofrecen servicios adicionales como servidores de correo, bases de datos nosql ya instaladas, CDNs para nuestro tráfico en streaming, etc... SI queremos una solución completa este también es un factor importante para decantarnos por un servicio u otro.
Herramientas de administración y monitorización
Todas nuestras maquinas virtuales se administran remotamente por lo que cuanto más usable sea la herramienta disponible mejor. La mayoría de soluciones ofrecen paneles que monitorizan la “salud” de nuestras maquinas y nos avisan de cuando es el momento de aumentar el número de recursos. Normalmente en un par de click podemos levantar unas cuantas instancias o apagarlas. Por supuesto, depende de la plataforma el nivel de implicación por nuestra parte a la hora de configurar las maquinas.
Balanceadores de carga
Todos los servicios ofrecen control de carga de nuestras aplicaciones. Raramente te tendrás que preocupar por la configuración del balanceador, aunque no descartes realizar una serie de configuraciones para que instancias comprometidas sean replicadas convenientemente.
Imagen | Prathyush Pramod En Genbeta Dev | ¿Qué ventajas e inconvenientes encontráis en la programación en la nube?
