El día 23 de Junio, en la ciudad de Zaragoza, se ha clausurado la edición anual del principal evento de la comunidad Agile en España: el AOS 2012. Y GenbetaDev ha estado en el evento con varios editores.
Con más de 250 asistentes, se puede valorar, sin duda, como un éxito de asistencia, de colaboración y de participación. Con muchas caras conocidas y reconocidas, pero muchas más de gente que era la primera vez que se acercaba a la fiesta del Agilismo.
¿Qué es un OpenSpace?
Es una forma de autorganizar eventos, en donde entre todos los participantes se presentan y postulan sesiones que se van apuntando en un tablón de salas y horarios. A continuación los participantes votan por las que más le interesan, y así se fusionan las que tienen objetivos similares o se descartan las menos votadas, hasta cubrir todos los espacios disponibles.
Es curioso, porque la costumbre nos indica que este sistema debería ser caótico y que no se debería poder llegar a ningún resultado coherente. En cambio los resultados demuestran que esto no es así. En poco más de una hora, estaban definidas todas las charlas, asignadas a una sala y a un horario.
Y aquí quiero señalar la asombrosa efectividad de una técnica para conseguir el silencio en un grupo de este tamaño (+250 personas), que es el levantar el brazo y callarse. Por un efecto de imitación y de forma vírica, se consiguió cosas que parecían imposibles. Como dejar un restaurante al completo en absoluto silencio, en unos pocos segundos. Y los comensales que no eran parte del evento, preguntar asombrados (después de realizar el anuncio que requirió el silencio) ¿Qué ha pasado?
Huyendo del agilismo
En mi caso, llevo en esto del Agilismo suficiente tiempo como para buscar nuevos puntos de vista y por ello evité las sesiones relacionadas con temas como Inception, Agile desde 0, Scrum, Historias de Usuario o Coaching, etc. Tampoco le puse mucha atención a las sesiones en donde los ratones debaten profusamente sobre la importante y revolucionaria idea de ponerle el cascabel al gato.
Así, la primera perla del día surgió de una excelente charla con un Artesano. No un Software Craftman, no. Un Artesano que hace cosas con sus manos y que nos enseñó, de forma maestra, que la idea romántica que utilizamos los desarrolladores está muy alejada de la realidad de la artesanía.
Y que el origen del uso del concepto de artesano, puede ser que esté siendo adoptado por el mundo de la programación a causa de la alienación que muchas veces produce nuestra labor profesional.
A continuación, y siguiendo con la fortuna de acertar en las ponencias, me encuentro descubriendo a un Cliente que nos cuenta de forma excelente lo que necesita, lo que ve y lo que quiere, cuando le pide a una empresa que le provea de un servicio o producto informático.
Conceptos como “vístete con ropa de trabajo cuando estés trabajando, para avisar a todo el mundo que estás cobrando por tu tiempo”, “no entiendo nada de lo que decís”, “no quiero agilísimo, quiero por lo que pago”, “yo no le compró a una empresa, le compro a una persona”.
Ideas y experiencias desde un punto de vista que, como se vio en la propia sesión en las reacciones de muchos asistentes, es un verdadero abismo entre el desarrollo y los clientes.
La tercera sesión del día nos trajo a una Psicóloga que nos explicó por medio de diferentes técnicas, la potencia de poner el acento en los factores positivos de las experiencias al implementar métodos ágiles en los equipos. Teniendo en cuenta que superábamos el medio centenar de personas, la sesión fue todo un éxito y dejó muchas cosas sobre las que pensar y reflexionar.
La última sesión de la mañana fue una sesión de Teatro Foro, en donde tanto los participantes como los espectadores pueden tomar el control para ir cambiando el guión si les parecía irreal lo que está ocurriendo en el escenario. Es una forma de hacernos conscientes de problemáticas de nuestra profesión que se repiten demasiadas veces, de buscar de manera activa nuevas formas para superarlas o corregirlas y, una llamada a la acción. Basado todo en dinámicas de la opresión.
Una sesión muy divertida, muy motivadora y extremadamente profunda y reflexiva.
La comida puede ser considerada como un evento más, por las charlas y debates de sobre mesa que surgen alrededor de un vino con casera y un buen plato de comida.
Las últimas dos sesiones fueron, en mi caso, totalmente diferentes. Cuatro personas hablando de cuando hacemos las cosas porque otros las hacen, esperando que den el mismo resultado, pero sin saber o ser conscientes del porqué o las causas que te llevan a poner en acción esas prácticas.
Ejemplos como el de hacer un Daily Meeting para ser un medio de control y no como la forma de compartir información entre el equipo, o utilizar el perfil de SM como si fuera un Jefe de Proyecto; me hacen consciente que lo importante no son las palabras y las liturgias, si no el fondo del cual nos podemos ver alejados sin darnos cuenta.
A pesar de que había huido todo el día de todo aquello que oliera a Agilismo, la última sesión del día a la que me acerqué fue acerca de Coaching. Y me encontré a un montón de humanos rogando porque los “vampirizaran”, mientras ponían el acento en utilizar el glosario adecuado al dirigirse al respetable.
Conclusiones
No todo puede ser bueno en un evento de este calado, y la autocrítica es un ejercicio muy saludable. Por lo cual permitidme primero señalar lo negativo para que no empañe el buen sabor de boca con el que he salido del evento.
Este año he tenido la sensación de un “fin de ciclo”. Se ha superado la pendiente de los early adopters, se ha superado la curva ascendente de la adopción inicial y ahora estamos en el clímax. Empezando la cuesta abajo que sigue a la euforia y con la certeza de que nuevos conceptos están a la vuelta de la esquina.
Una de las cosas que más me preocupa es la falta de empatía y conocimiento que tienen los equipos de desarrollo (diseñadores, programadores, testing, etc) con el resto de los participantes de un proyecto, clientes, comerciales, administrativos, contabilidad, etc.
Se sigue poniendo el “código en el centro de todo” y se sueltan perlas como:
“es negativo que una empresa quiera ganar un 10% más cada año. Eso es malo”.
“si un cliente no se implica lo suficiente con el proyecto como para actuar como un Product Backlog, es que no le importa lo que hace con su negocio”
“el comercial no aporta ningún valor a la empresa” o aún peor “cualquiera puede vender”
“si en la oferta no me indican a que empresa voy, es como darle mi CV sin mi nombre”
Otra crítica es sobre la sensación que se repiten conceptos sin saber o entender las causas y motivos que hay detrás. Y no hablo de mística Agile, si no de las causas finales que han llevado a la construcción y reconocimiento de las prácticas, métodos y liturgias Agiles.
La opacidad de envolver los conceptos en un léxico propio que nadie más puede entender, para ocultar que realmente no estamos diciendo nada o que estamos repitiendo formas que utiliza gente que respetamos y que creemos que haciéndolo así vamos a obtener los mismos resultados que ellos.
Un gran éxito
El solo hecho de que 250 personas venidas de todo el país se reúnan para hablar y compartir sobre Agile, ya es todo un síntoma de la excelencia del evento y de sus participantes.
Las ganas y motivación para no quedarse en lo que nos ha tocado en nuestra profesión. Hacer, mejorar, la búsqueda activa de la excelencia. Los valores positivos, el compartir el conocimiento en todas y diferenciadas formas, la búsqueda conjunta y personal de un entorno laboral mejor tanto para nosotros, nuestra compañía y nuestros clientes.
Ser mejores profesionales y ser más felices con nuestro trabajo.
Estos son los hitos que se han conseguido en el Agile Open Space 2012 y que refuerzan la sensación de pertenecer a un gremio, a un grupo de personas especiales que hemos elegido el camino más difícil, pero el que mayores recompensas puede devolvernos.
Las múltiples e interesantes ponencias, debates y mesas redondas han sido importantes y positivas formas de comunicación y de compartir experiencias, vivencias y conocimiento. Pero no hay que olvidarse de las charlas de pasillo, de sobremesa o las cervecitas por la noche en donde muchas personas le pusieron cara a los avatares de las diferentes redes sociales como twiter o linkedin.
El reconocer a personas con las que llevas meses hablando y ves que los nexos de unión son aún más fuertes al poder comunicarte cara a cara. Los debates emergentes entre opiniones que parecen similares pero parten de puntos y experiencias diferentes que enriquecen las vivencias propias que llevamos en la mochila para compartir con el resto de los asistentes.
Todo esto ha conformado el excelente evento y sus excelentes resultados que, sin dudarlo ni un segundo, recomendaría a todo desarrollador con inquietudes en mejorar su ecosistema laboral.
Por último, agradecer a los organizadores que han construido un evento de un altísimo nivel, y a todos los participantes que han demostrado, una vez más, que no solamente es posible si no que merece la pena.