Parece que fue ayer cuando Google presentó Wave, su apuesta para evolucionar el correo electrónico a algo mucho más eficiente tanto para el usuario como los servidores. Su lema “el correo electrónico, pero tal y como sería si se hubiera inventado hoy“ y la idea era muy buena: enfocar el mensaje en sí y luego introducir las personas que recibirían este mensaje, sin duplicados ni metadatos que sobren.
Se lanzó un sistema de invitaciones y llegó la época en la que todo el mundo quería una a cambio de lo que fuera. Se probó, la gente no terminó de acostumbrarse a él, cayó en el olvido y a pesar de lo innovador y de las novedades que traía consigo Google Wave acabó siendo desechado por Google. No fue un fracaso total, ya que su tecnología se está aprovechando en otros campos, pero fueron años de esfuerzo que terminaron en vano.
Así, el correo electrónico siguió siendo el rey en las comunicaciones. Pero ahora una nueva apuesta le planta cara, y con una ventaja clave.
Hablo, por supuesto, de los nuevos mensajes personales de Facebook. Mark Zuckerberg los presentó hace escasos días en la sede de la red social de Palo Alto, en California; y representan una alternativa viable a los mensajes entre dos personas.
El consejero delegado de la red social más grande lo planteó diciendo que no era una evolución del correo electrónico, sino como una alternativa con compatibilidad con este último. Yo lo veo precisamente como un intento de sobrepasar el email tradicional, algo con lo que poder mandar mensajes de una forma tremendamente más cómoda y rápida. Seleccionas el contacto, escribes el mensaje y le das a ENTER. No hay más.
En cuanto a la ventaja clave de la que hablaba antes: Mientras que Wave tuvo que empezar de cero, Facebook cuenta con quinientos millones de usuarios listos para usar la funcionalidad. Y con 360 de esos 500 millones enviando 4 mil millones de mensajes de forma regular, los nuevos mensajes de la red pueden representar un buen pistoletazo de salida para que la gente empiece a usarlos de forma masiva.
El correo electrónico siempre ha estado ahí, desde que internet andaba todavía en pañales. Y normalmente se ha considerado algo sencillo, pero parece que las redes sociales, el microblogging, los check-ins y todo un seguido de nuevas tecnologías están empezando a hacer que el correo electrónico pase de ser algo muy fácil a ser algo francamente tedioso, y complicado. Escribir el destinatario, las copias, las copias ocultas, escribir un asunto, el mensaje, el concepto del RE: y el FWD:, el protocolo POP y el IMAP, configurar nuestro cliente, guardar borradores, etiquetar… hay servicios muchísimo más simples hoy en día que hacen que nos preguntemos porqué el correo electrónico sigue siendo tan usado hoy en día. Algo seguro es que el correo electrónico quizás encuentra un sucesor digno, pero nunca morirá del todo. Hay muchos usuarios que no evolucionan al mismo ritmo que internet ahí fuera.
Wave lo intentó y no pudo. Los mensajes de Facebook lo intentarán, y depende de nosotros si lo consigue o no. Si no lo consigue, alguien saldrá con otra herramienta en el futuro. Y así sucesivamente, como prueba de que ya hay muchas personas que se han dado cuenta del hecho: el correo electrónico se está quedando atrás.
Imágenes | Anita Brown, Horia Varlan