El correo electrónico no desaparecerá, y menos por culpa de las redes sociales

El email lleva más de 20 años de historia, pero con la aparición y expansión de las redes sociales como Twitter o Facebook parece que está siendo desplazado. Se está hablando mucho de la muerte del correo electrónico, más aún con el reciente lanzamiento de Facebook Messages. Pero, ¿realmente puede morir el correo electrónico por culpa de las redes sociales?

Desde mi punto de vista, el correo electrónico no puede desaparecer. La primera de las razones es que, en Internet, nada desaparece. Como mucho puede dejar de estar en el mainstream, dejar de ser “la moda” y de generar noticias.


Pongamos un ejemplo. ¿Hace cuánto que no se oye hablar del IRC? En otro tiempo fue “lo más”, pero ahora ya no se habla de él. Diríamos que está muerto, ¿verdad? Pues bien, el IRC no está muerto. Por poner un ejemplo, el servidor de Freenode tiene canales con mucha actividad, y, para los programadores, los canales IRC son un sitio muy recurrido para compartir ideas y resolver dudas. Mucha gente sigue usando todavía el IRC.

Pasa lo mismo con otras ideas o protocolos que podríamos considerar muertos. Si, por ejemplo, hablásemos con alguien de los foros, los fotologs o las listas de correo, la primera reacción sería “Ah, pero, ¿todavía existen?”. Sin embargo, siguen siendo usados y siguen resultando útiles a mucha gente.

¿Por qué no mueren? Porque siempre hay alguien a quien le resulta útil y que mantendrá esa idea. Igual que siguen existiendo fotologs, foros y listas de correo, seguirá existiendo el correo electrónico.

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El correo electrónico: un sistema libre y descentralizado

También hay que tener en cuenta la estructura e implementación del correo electrónico: libre, distribuida y descentralizada. El correo electrónico está basado en la comunicación entre varios servidores mediante protocolos abiertos como POP3 o SMTP. De esta forma, los mensajes están almacenados en diferentes sitios, y la caída de un servidor no implica la caída de todo el sistema. Al mismo tiempo, esto permite que puedan aparecer servidores nuevos y se comuniquen con todos los demás sin problemas.

Es decir, el correo electrónico no depende de ninguna empresa. La caída de algún proveedor de servicio, como Gmail, Hotmail o Yahoo, no implicaría la caída del e-mail.

Si una red social como Facebook desplaza al correo electrónico, tendríamos varios problemas. La estructura sería diametralmente opuesta a la del e-mail: cerrada y centralizada. Ningún servicio podría incorporarse a su sistema de mensajería si Facebook no quisiese, y la caída de la red social implicaría la caída de todo el sistema de mensajería.

Nadie, especialmente las empresas, se puede arriesgar a que uno de los principales ejes de Internet, la mensajería, dependa de un único jugador. Además, esto también implica una mayor facilidad para controlar las comunicaciones a través de Internet y mayores riesgos de seguridad: sólo se necesitaría entrar en un sistema para acceder a millones de mensajes privados.

No sólo un medio de comunicación, también una herramienta

Otra razón a tener en cuenta es que durante todos sus años de historia se han construido otros servicios sobre el correo electrónico. Un ejemplo: el correo electrónico es el principal método de identificación y registro en los servicios web. Es cierto que Facebook tiene un método de identificación, Facebook Connect, pero éste tiene los mismos problemas que he mencionado arriba: dependencia de un único servidor y más riesgos de privacidad y seguridad.

Otras aplicaciones desarrolladas sobre el correo son las suscripciones, las listas de correo o, poniendo algún ejemplo más concreto, las direcciones personales de Evernote como método para guardar notas.

Por lo tanto, cuando estamos hablando del correo, hablamos no sólo de un medio de comunicación y mensajería sino también de una herramienta en la que se basan fuertemente muchos servicios web que usamos en nuestro día a día.

Para mí, el correo electrónico es uno de los mejores inventos de Internet. Es libre, independiente de empresas (y por tanto de intereses privados) y extremadamente útil. No va a desaparecer porque los usuarios ya estamos acostumbrados a él, y ha alcanzado una difusión inmensa. Podríamos decir que es incluso más importante (al menos por volumen) que la propia Web.

Lo más que puede ocurrir es que algunos usos del email se desplacen a las redes sociales, pero esto es un procedimiento natural, y del que tenemos un ejemplo muy cercano: Twitter. Cuando éste apareció, se dejaron de utilizar los blogs para recomendaciones breves de enlaces ya que Twitter era un mejor medio para esto. Pero nadie diría que Twitter ha matado a los blogs. Es parte de un proceso de diversificación: cuantas más herramientas aparezcan, más específicos serán sus usos.

Este es mi punto de vista. Para mí, es prácticamente imposible que desaparezca el correo, mucho menos desplazado por una red social, y probablemente seguirá siendo una herramienta de comunicación ampliamente usada durante muchos, muchos años.

Imagen | Timothy Morgan

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