Inbox murió hace poco dejando a numerosos usuarios huérfanos. Lo hizo el 2 de abril, con Google justificando el cierre con la inclusión de parte de las funciones del servicio en Gmail. Sin embargo, más allá de características, lo que muchos valoraban de Inbox era su simplicidad y minimalismo especialmente estética.
Michael Leggett, quien fuese diseñador principal de Gmail de 2008 a 2012 y cofundador de Google Inbox, ha sentido el cierre del servicio que confundó como el que más y, por eso, se ha decidido a llevar la experiencia simplificada del correo electrónico a Gmail mediante una extensión, Simplify Gmail.
¿Qué hace exactamente Simplify Gmail?
Esta extensión para Chrome, como explica el diseñador, es básicamente un poco de CSS más un poco de Javascript para aplicar dicho CSS. Asegura para tranquilidad de los usuarios que no hay rastreadores, que ningún dato es enviado o compartido con nadie y que, por supuesto, no hay nada de anuncios. Lo promete, recordando que debemos tener mucho cuidado a la hora de instalar aplicaciones o extensiones que interactúan con nuestro correo electrónico.
Todo el código, además, puede ser inspeccionado en Github.
Como su propio nombre indica, esta aplicación lo que hace es simplificar Gmail. Manteniendo el mismo tema blanco que por defecto tiene el servicio de correo de Google, elimina todo el ruido que tiene la interfaz simplificándola al máximo. Minimalismo al poder.
Por ejemplo, la barra lateral que encontramos a la izquierda de Gmail queda oculta detrás de un menú desplegable y la barra de búsqueda, que habitualmente tiene un protagonismo quizás excesivo, queda reducida a un icono desde el cual puede ser invocada cuando lo necesitemos. Otro de los elementos que cambia es el botón que nos permite redactar un nuevo correo, que se reduce a la mínima expresión situándose en la parte inferior derecha de la interfaz, como en la aplicación móvil.
Y aunque causa mayor efecto con el tema blanco por defecto que mencionábamos, también puede usarse sin problemas con otros temas disponibles, reduciendo igualmente todos los elementos que para ciertos usuarios pueden estar de más en la interfaz de Gmail. Tanto en la página principal, la de la bandeja de entrada o las etiquetas, como en las de los correos individuales.
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