El bloqueo de direcciones de e-mail en GMail tiene un límite de 1.000 que Google no ha hecho público ni avisa cuando se supera

Dan Goodin, redactor del medio Ars Technica, descubrió hace unos meses que la función de bloqueo de direcciones de e-mail de su cuenta Gmail había dejado de funcionar. O, siendo más precisos, había dejado de añadir nuevas direcciones a partir de cierto momento,

"Durante años, he utilizado esta función generosamente para bloquear e-mails de responsables de relaciones públicas que me envían información off-topic o de estafadores que intentan suplantar mis contraseñas o infectar mis dispositivos".

Sin embargo, ahora, cuando añade una nueva dirección a la lista de bloqueados, aunque se le muestra el típico mensaje confirmando que de ahora en adelante los nuevos mensajes de la misma irán directamente a la carpeta de Spam… "no es eso lo que sucede, esos e-mails siguen llegando directamente a mi bandeja de entrada".

Goodin no pudo entender lo que pasaba hasta que contactó con un representante de Google preguntando al respecto, y descubrió un dato que Google no había hecho público hasta ahora: esta función de bloqueo está limitada a tan sólo 1.000 direcciones (incluso en cuentas G Suite, como la suya).

Google cree que no necesitas tantos bloqueos, pero hay usuarios que no están de acuerdo

Parece que la compañía consideró más que amplio dicho límite cuando lo instauró, por lo que no estimó necesario establecer un aviso cuando se superase el mismo. Ahora, sin embargo, según la respuesta remitida a Goodin, Google se está planteando elevar ese límite, pero si lo hace "pasará ún tiempo" antes de que eso suceda.

Goodin considera esto un gran paso atrás en una función "crucial" para su productividad:

"Gmail fue el pionero de los servicios de e-mail con límites de almacenamiento medidos en gigabytes. Nos proporcionó potentes herramientas para ordenar y buscar mensajes e integró el calendario. Y, sin embargo, a pesar de todo esto, ¿Gmail limita las direcciones bloqueadas a unas míseras 1.000? ¿Qué demonios?".

Ante esta situación, Goodin decidió empezar a usar en su lugar los filtros de Gmail, pero comprobó que no se trataba de una solución satisfactoria, pues "requiere considerablemente más clics que el uso de la función de bloqueo"

Y, además —afirma con cierto resquemor— siempre existe la posibilidad de que Gmail cuente también con algún límite máximo de reglas de filtrado hasta ahora desconocido.

Tiempo después, un investigador de Google Project Zero, Tavis Ormandy, le propuso por Twitter una única alternativa tan "imperfecta" como compleja, basada en extraer todas las direcciones bloqueadas hasta ese momento para añadirlas a un nuevo filtro, como se explica en este tuit:

A la hora de la verdad, además, Goodin comprobó que Gmail tendía a atascarse en caso de introducir todas las direcciones en un mismo filtro, y a ofrecer "resultados inconsistentes" en caso de dividirlas entre varios. Su conclusión es la siguiente:

"Lo importante es que los usuarios de Gmail no deberían tener que pasar por aros como estos para mantener sus bandejas de entrada libres de spam y correos maliciosos. No hay límite a la maldad que puede repartir Internet, así que tampoco debería haber límite a los remedios para esta maldad".

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