Vamos a empezar este especial de comida e internet repasando ese lugar inevitable que tanta pereza nos despierta a todos cuando tenemos la nevera vacía: el supermercado. Estos establecimientos en sí no han cambiado mucho en años (ahora algunos tienen cuenta de Twitter y página en Facebook), pero sí que sus páginas web han evolucionado en mayor o menor medida.
Esta evolución, dependiendo del caso, se reduce a una mejora de la interfaz de la web o a un uso de los nuevos estándares o a un servicio mucho más completo. Pero, ¿tienen una utilidad real esas páginas web? Primero averigüemos qué es lo que realmente necesitamos y luego paseémonos por los portales web de los principales supermercados del país.
Por el momento dejemos a un lado el servicio de compras a domicilio, hagamos como si no existiera. Si no tenemos ese servicio y hay que ir al supermercado sí o sí para poder llenar el frigorífico, ¿qué información es la que necesitamos antes que nada? Pues por ejemplo, la localización de los supermercados que esa cadena tiene para ver si están cerca. O el horario de esos supermercados, actualizado puntualmente por si hay fiestas nacionales o locales. O el catálogo completo de artículos que vende esa cadena, para poder confirmar si en ese sitio venden esa marca de fabada asturiana que tanto nos gusta.
Pues es precisamente esa información la que cuesta más de encontrar en la mayoría de páginas web. La web donde lo he encontrado más completo es la de la cadena Mercadona, pero aún así hay que entrar en la sección “Nuestra empresa” para encontrar esos datos:
Otras páginas, como la de la cadena de supermercados Día, ofrecen menos información pero de una forma más cómoda aprovechando Google Maps:
Es ahí donde también he encontrado un buen catálogo de todo lo que venden, al que se accede tras acceder nuestro código postal.
El principal problema con este aspecto es que estamos hablando de información básica y esencial, la que más solemos buscar, y es precisamente la información que suele estar más oculta tras secciones, catálogos, ofertas nacionales y regionales o incluso la versión digital del folleto que recibimos en nuestros buzones. Pasa lo mismo con la mayoría de webs de restaurantes: cuando lo que queremos saber es el menú, el horario o la localización lo que tenemos más a mano es un álbum de fotografías de ese restaurante, su historia, un listado de algunos premios…
La aventura de comprar en el súper por internet
Algunos establecimientos han ido más allá en los últimos años, y puedes encargar por internet tu compra completa para recibirla en casa directamente ahorrándote tiempo y un buen ajetreo cargado con bolsas y cajas. Supermercados como Carrefour, Eroski o Mercadona tienen ese servicio, y aunque no es la tendencia principal hay una buena cantidad de personas que lo usan.
Lo primero que hay que hacer si queremos hacer la compra por internet es, antes que nada, mirar si nuestro supermercado reparte en la zona donde vivamos. Depende mucho de la situación de sus locales, y en algunos casos sorprende el criterio de selección de zona (podemos tener un supermercado de la cadena a seis o siete calles sin posibilidad de que nos entreguen la compra).
Si tenemos la suerte de que nuestro supermercado favorito envía la compra a nuestra casa, entonces llega la hora de registrarse como usuario de la tienda online y empezar a hacer la compra. A partir de aquí estamos ante una tienda online cualquiera. Hay que destacar que en algunos registros, como por ejemplo en el de Carrefour, los datos que piden son algo excesivos (DNI, fecha de nacimiento, algún dato a modo de encuesta…) y si no nos damos cuenta aceptamos que se nos envía publicidad en nuestra bandeja de entrada.
Pero el reto más complicado que se nos presenta en todas las webs de los supermercados es el proceso de llenar nuestra cesta de la compra virtual. Estamos acostumbrados hacer lo mismo en otras tiendas online: Amazon, Dealextreme… pero normalmente no solemos comprar más de dos o tres artículos porque sabemos exactamente lo que queremos. En este caso, comprando comida y en buena cantidad para amortizar los gastos de envío, estaremos buscando fácilmente docenas de artículos. Y todos y cada uno de ellos están escondidos en subsecciones y secciones en un menú, con lo que muchas veces podemos tardar tranquilamente una hora en confeccionar nuestra lista de la compra.
Afortunadamente, en algunas webs podemos guardar carros de la compra como si fueran “Listas de reproducción” de comida, para poder encargarlo todo con un click en el futuro. Pero en todas las páginas web de esos supermercados, desde luego, hace falta algo de modernización y una interfaz más intuitiva; ya que o nos encontramos con demasiada información en pantalla o con tantas secciones por las que navegar que a la media hora de intentar una compra desistimos y terminamos bajando a la calle para solucionarlo al modo tradicional.
Hay buenas noticias: Existen servicios como Carritus, (hablamos con su CEO en una entrevista hace pocos meses) que nos demuestran que todo esto puede cambiar con un simple vídeo:
El sistema con el que en una lista rápida escribimos “leche” y la web ya nos lista todos los productos relacionados es, en comparación con las opciones de las webs oficiales de los supermercados, una bendición. Carritus no es un supermercado en sí, sino que nos muestra qué supermercado nos ofrece nuestra compra más barata para escoger y proceder con la compra en el que mejor nos parezca. Pero igualmente, la interfaz es bastante más amigable y podemos usar Carritus, por ejemplo, para llenar un carro de la compra y después formalizar el pago en la web del Mercadona. Nos implica registrarnos tanto en Mercadona como en Carritus, pero la interfaz de esta última nos puede ahorrar mucho tiempo.
¿Soléis comprar por internet en un supermercado o preferís ir en persona? No dudéis en comentar vuestras experiencias con la compra online en los comentarios mientras esperamos al resto de este especial de comida e internet, donde trataremos más tipos de servicios relacionados.
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