El Ministerio de Cultura va a crear un metabuscador de contenidos audiovisuales de pago, con el objetivo de sustituir a las redes de intercambio de ficheros. Estará disponible antes del verano, y para ello destinará millón y medio de euros, a los que se sumarán otros 150.000 euros del Ministerio de Industria, y otros 400.000 aportados por la entidad ‘Coalición de Creadores’.
Aunque en las noticias se habla de ‘portal’, término totalmente obsoleto, en realidad se trata de un metabuscador, que permitirá desde una única web buscar contenido cultural de pago ofrecido por otras tiendas online (en principio se habla de música y películas). Es decir, este buscador que propone el Ministerio de Cultura no almacenará ni venderá contenido, tan sólo ofrecerá enlaces a tiendas como iTunes, PicBox o Filmotech. Vamos, que tan sólo servirá para realizar búsquedas en varias tiendas a la vez.
Para ello, si quieren participar, las tiendas deberán activamente proporcionar información sobre su catálogo, y sólo así sus resultados podrán aparecer en el nuevo buscador del Ministerio. De esta forma, Cultura, Industria y ‘Coalición de Creadores’ pretenden que no haya excusa para acudir a redes de intercambio de archivos para obtener contenidos culturales, puesto que toda la oferta online será fácilmente accesible desde un único sitio.
A pesar de que aún no se dispone de mucha información, ya os podemos desgranar las claves de por qué este proyecto va a fracasar.
No sustituye al P2P
Según el Ministerio de Cultura, el objetivo es el de sustituir al P2P, al facilitar el acceso a contenidos de pago. Pero hay varios errores de concepto aquí. El primero, es que el P2P no es algo con lo que haya que acabar, puesto que se trata únicamente de una herramienta, y en todo caso, su objetivo debería ser acabar con los usos del P2P que no les gustan.
El segundo es que pretender que un metabuscador sea una alternativa a una herramienta para compartir archivos tiene tanto sentido como intentar que la gente use menos el coche dándoles té con pastas. Son servicios diferentes para necesidades diferentes. Lo que nos lleva a…
No cubre las necesidades del usuario
El usuario quiere inmediatez, más que gratuidad. Quiere poder escuchar una canción donde quiera que esté, y de grupos muy alejados de los que salen en las listas comerciales de ventas (sólo hay que ver la lista de más escuchadas en Last.fm). Quiere no tener que esperar cuatro meses a que una serie de televisión sea doblada al castellano y emitida a las tantas de la mañana en una cadena nacional. Quiere leer en su lector electrónico.
Ese metabuscador no ofrece una respuesta a esas necesidades, así que el usuario se buscará la vida para resolverlas. Instalará Spotify para escuchar la música que quiere, o pasará por YouTube a ver el videoclip. Si no le venden eBooks, se los descargará. Y descargará el último capítulo con sus subtítulos minutos después de que sea emitido, desde algún sitio de descarga directa, ya que no tiene un Hulu en castellano.
Sólo aparecerá la oferta ya existente
En realidad este metabuscador no ofrece nada que no exista ya. La gente no necesita que le digan que puede comprar música en iTunes, porque ya lo sabe. Lo que es peor: no sólo sabe dónde encontrar la oferta de pago, también sabe de lo que no hay oferta de pago, y cómo satisfacer su necesidad cultural en dicho caso.
Estamos hartos de decirlo: si hay una alternativa premium o “freemium” cómoda, el usuario acude a ella. Es un ejemplo muy manido, pero a ver si a base de repetirlo queda claro: Spotify.
Peligra la justa competencia entre tiendas online
Si dos tiendas online ofrecen ‘United States of Eurasia’ de Muse, ¿cómo decidirá este metabuscador cuál de las ofertas saldrá primero en los resultados? ¿Por precio? Entonces forzaría una guerra de precios. ¿Por relevancia? Eso supondría que la administración pública estaría favoreciendo a una actividad privada sobre otra.
Además, si una empresa emprendedora decidiera crear un metabuscador similar, tendría que competir con otro financiado con dinero público, sin necesidad de ser rentable, lo que sería una lucha muy desigual.
Es algo que ya existe
En realidad, cualquier buscador es capaz de ofrecer resultados de diferentes tiendas online. Si buscas el nombre de un libro en Google, Yahoo o Bing recibirás resultados de Amazon, Barnes and Noble y muchas otras librerías online donde comprarlo. Y todo ello de forma automatizada, sin necesidad de que esas tiendas pasen su catálogo al buscador y lo mantengan actualizado cada día.
Ya ha fracasado antes
Lo peor es que ‘Coalición de Creadores’ ya dispone de información para saber que cómo saldrá esta historia: tan sólo tiene que ver para lo que ha servido ‘El Portal de Música’. Para el que no le suene, esta web es un metabuscador de canciones a la venta en tiendas online, que contiene el catálogo de las discográficas de la asociación Promusicae, y que fue financiado igualmente por el Ministerio de Cultura con más de 700.000 euros.
La web, totalmente realizada en Flash, permite escuchar las canciones de su muy limitado catálogo, y acceder a tiendas online donde comprarlas. No hay estadísticas de visitas, pero mirando los datos de Alexa es fácil ver que el índice de usuarios que vuelve tiende a cero. También es obvio que la gente sigue comprando directamente en iTunes o escuchándolas en Spotify, sin pasar por esta web.
Pero ‘El Portal de Música’ es muy significativo, pues refleja el absoluto desconocimiento de la red que tienen tanto sus promotores como los que concedieron el dinero para financiarlo: No aparece en buscadores porque está hecha en Flash. ‘Portal’ suena tan rancio y anticuado como ‘música bakalao’. Nada más abrir la página suena una canción, algo extremadamente molesto. No recuerda nuestras referencias. Es fácil descargar las canciones en mp3 directamente de esta web, con un sencillo truco que no comentaré. No permite compartir enlaces, al estar todo el contenido empotrado en el flash. Y si le dedico más tiempo le sigo sacando faltas. Es probable que algunas las veremos en el nuevo metabuscador.
Y para colmo…
Todo eso sin mencionar que desde el punto de vista del usuario, este metabuscador es algo que no le sirve, pero que costará más de millón y medio de euros, que bien se podrían invertir en apoyo a nuevos artistas, a crear servicios que sí cubran necesidades, a llevar el teatro a localidades pequeñas, a recuperar los cines abandonados del centro de las ciudades para usos culturales… De nuevo, si le dedico más tiempo haría una lista mucho más larga.
Vía | Público
Imágenes | Flickr de Jexweber, de Fotonazos
Más información | Banda Ancha