Como sabéis, en Genbeta estamos realizando un especial seguimiento a Windows 7, el nuevo sistema operativo de Microsoft, que se ha presentado esta semana en su primera Beta pública. Tras usarlo durante más de dos semanas, toca plasmar mis primeras impresiones. Coincido en mayor medida con muchos de los que lo habéis usado, y si tuviera que resumirlo en una frase sería: Windows 7 deja un sabor agridulce.
¿Por qué agridulce? Desde mi punto de vista, Windows 7 es probablemente el mejor SO que ha sacado Microsoft en este joven siglo XXI, pero la trayectoria del desarrollo reciente de Windows empaña mucho su salida. Sí, me refiero a Vista. No estoy de acuerdo con aquellos que dicen que Windows 7 es Vista SP3, ni mucho menos. Para mí es más retorcido: Windows Vista es Windows 7 Alpha.
Si remontamos un par de años, la segunda Beta de Windows Vista no trajo muy buenas críticas. De hecho fueron penosas. Cambios drásticos como la inclusión del simpático UAC o los altos requerimientos del SO dispares con el Hardware de la época fueron agrandados por el hecho de que mucha gente llevaba con su Windows XP cuatro o cinco años. Usuarios cómodos y acomodados con su SO, vieron en Vista solamente problemas de compatibilidad y apenas ventajas útiles.
Windows 7 viene con todo ese trabajo hecho: los cambios más drásticos en la interfaz han sido asimilados, los requerimientos son los mismos de Vista y la compatibilidad Hardware es algo mejor. Incluso se han atrevido a incluir algunas novedades pensando en las interfaces táctiles, como la superbarra, que puede gustarnos o no, pero parece una evolución lógica.
Yendo por puntos, la interfaz ha sido retocada en muchas partes, si bien el aspecto visual y casi todos los elementos son calcados a Vista. Revisando uno por uno, no encuentro un solo retoque que no sea un paso adelante, una pequeña mejora que facilite al usuario las tareas cotidianas. Frente al excesivo protagonismo de Flip3D en Vista como supuesto avance, en Windows 7 se han integrado efectos como mucho más útiles e igual de espectaculares, como los efectos al seleccionar una miniatura o la posibilidad de maximizar las ventanas a espacios prefijados.
Desde el punto de vista del rendimiento, Windows 7 es un SO para los ordenadores actuales. También para los de hace dos, tres o cuatro años, punto importante. En nuestro PC de sobremesa o portátil irá correctamente, aunque no lo hayamos comprado hoy. Quizás el aspecto negativo sea el consumo de RAM, pero con los precios actuales de la misma, que están por los suelos, no veo por qué no gastarse 30 euros en ampliar la memoria hasta el máximo que podamos.
El hueco más importante que preveo son los ultraportátiles. La mayoría de los que están vendiendo hoy no podrán ejecutar Windows 7. Y con el giga de RAM que ofrecen en las versiones más completas, Windows 7 tampoco será usable. Seguro que en un año la norma será venderlos como poco con dos gigas, pero con el rápido ascenso de estos equipos dejará a una buena parte de usuarios con Linux o Windows XP.
En contraste, el otro gran boom en 2008/2009 son las interfaces para pantallas táctiles, y en este campo sí que se sitúa Microsoft como una alternativa sólida. Novedades como la ya citada superbarra, otras mejoras pensadas para gestos, una API específica y aplicaciones como el teclado en pantalla, dejan a Windows 7 preparado tanto para el ratón como para el dedo. Ya veremos si consiguen triunfar esas interfaces, personalmente me encantan pero es cierto que en una pantalla grande es muy cansado e ineficiente levantar el brazo.
Otro tema crucial es la compatibilidad, y en mi experiencia no he tenido demasiados problemas, prácticamente ninguno relacionado con mi Hardware. Eso sí, no es perfecta: varias aplicaciones las he tenido que instalar en modo emulación (de Vista/XP) y otras se niegan a ejecutarse. Por ejemplo, he intentado instalar Songsmith, aplicación que Microsoft ha sacado esta semana, ¡y no he podido!
Este punto es normal en un nuevo SO, pero otra vez comprobamos cómo vemos con otros ojos a Windows 7 de los que vimos a Vista. Y, probablemente, los problemas sean muy parecidos. Pero nuestra percepción es completamente diferente porque el resto del sistema funciona mucho mejor. Y no hay que olvidar que todavía es una Beta y tienen tiempo para mejorar.
Sobre las funcionalidades concretas, hay varias reseñables. En primer lugar las notificaciones del sistema han sido reunidas en el llamado Centro de Acciones. No soy muy fan de que el sistema me avise de cada acción que hace, y menos si son tres veces seguidas cada vez que conecto mi pendrive USB. Sin embargo, a los usuarios de Windows les parecerá un avance, ya que desde ese Centro podemos habilitar o deshabilitar ciertas notificaciones del sistema. Como tampoco soy muy fan de que haya quinientos iconos en el área de notificaciones, que por defecto no se muestren aplicaciones de terceros me parece un acierto, ya que hay muchas aplicaciones que abusan de ella.
Tras 15 años sin cambios, por fin la calculadora, Paint y WordPad han recibido sus correspondientes actualizaciones, integrando el Ribbon de Office. Como sabemos, el equipo de Office ha tenido más protagonismo en el desarrollo de Windows y es de agradecer. Personalmente no creo que Paint gane con esta interfaz, pero el cambio en Wordpad es a mejor. Hablando de Paint, no entiendo cómo es imposible redimensionar una imagen a un número de pixeles exactos… Por supuesto, todo cambio es bienvenido en estas áreas intocables desde hace años. Esperemos que el siguiente en la lista sea el bloc de notas y que al menos implementen dentro de poco varios niveles de Control+Z, lo que más me molesta cuando tengo que usarlo.
Actualización: La segunda parte ya está publicada, comentando el resto de novedades y las conclusiones.