Airbnb, la compañía que ha popularizado el consumo colaborativo compartiendo casas y habitaciones privadas, ha conseguido que la ley de San Francisco se ponga de su lado. La ciudad californiana ha aprobado una ley que permite sus alquileres de corta duración, aunque a cambio se ponen algunas condiciones.
Si hacíamos a esas leyes, los alguileres no podían tener una duración menor a treinta días. Eso cambiará y ahora podrán ser más cortos, pero el propietario del inmueble o habitación que se alquile tendrá que estar apuntado a un registro de anfitriones, pagar ciertas tasas y estar asegurados.
Para Airbnb, esta nueva ley es "una gran victoria"
Además, no se podrá alquilar una casa más de 90 días al año. Si dividimos haciendo la media, sería básicamente no superar la semana de alquiler por cada mes en el que estamos. Deja respirar a aquellos que alquilan ocasionalmente por Airbnb, pero puede suponer un problema para los que tienen inmuebles sólo para alquilarlos.
¿Y en España?
En nuestro país hay más mal rollo con Airbnb. Hace pocos meses veíamos que Madrid aprobaba una ley que prohibía estancias más cortas de cinco noches en sus alquileres fruto de las preSiones de los hoteles. Además, también obligaba a los anfitriones a estar apuntados al Registro de Empresas Turísticas.
En Cataluña, además, pasaron a los hechos multando con 30.000 euros a Airbnb por no cumplir las leyes de la Generalitat. A día de hoy los alquileres de la compañía mundialmente popular siguen en la península ibérica, aunque a falta de más regulaciones lo hacen entre la espada y la pared.
Imagen | Nicolas Raymond
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