Restaurantes, tiendas de ropa, supermercados, notarías, abogados y hasta monumentos históricos. Así de variados son los protagonistas de las recomendaciones y críticas de Yelp, una comunidad en la que comienza a apreciarse una curiosa tendencia: las reseñas carcelarias.
Los servicios públicos, a la palestra
Aunque ya hace tiempo que los servicios públicos –como las comisarías y las oficinas de correos- empezaron a ser valorados en este tipo de plataformas; inicialmente las evaluaciones tenían más que ver con las catedrales, las bibliotecas, ayuntamientos y filmotecas; es decir, con prestaciones gubernamentales “un poco más light”, que con entidades de mayor envergadura.
Y esto es, precisamente lo que está pasando en Estados Unidos, donde los presos ya califican las cárceles mediante este sistema. Una práctica que también empieza a gozar de cierto arraigo en el Reino Unido e incluso en nuestro país, y que no solo sirve para intercambiar críticas y consejos, sino para aportar** información sobre las condiciones** de las prisiones, sobre las que no existen demasiados datos oficiales.
Cómo son las reseñas
Los comentarios hacen referencia a las plazas de aparcamiento para los visitantes, a la comida, el estado de las instalaciones, la limpieza, el espacio, el trato con el personal, etcétera.
De esta manera, Jonhny W. le da una estrella a la prisión del condado de Berks, en Pensilvania “los guardias pueden catalogarse en dos categorías: el grupo A, que estaría formado por personas que podría haber conocido en la calle o la escuela; y el grupo B, un raza híbrida y extraña de extraterrestres que posiblemente tengan a Hitler como modelo”; describe.
Su reseña es larguísima y aporta todo tipo de detalles sobre variadas cuestiones; hasta incluye una foto final.
Obviamente, no todas son negativas, sino que incluso hallamos cárceles 5 estrellas. Sobre el centro Andrew C. Baird Detention Facility en Detroid, por ejemplo, Haroun K. Afirma que es “un refugio de lujo donde enviamos a los políticos a descansar de la rutina”.
Una de las más apreciadas es la del condado de San Francisco, de la que se explica (casi siempre con cierta dosis de humor) que “los traficantes de drogas te reciben con los brazos abiertos” y que “los propietarios del lugar son más que complacientes”.
En España sin embargo, y aunque los centros penitenciarios figuran en esta comunidad virtual, las anotaciones tienen más que ver con dudas y peticiones que con recomendaciones o críticas concretas. Incluso encontramos algunos usuarios que tratan de encontrar el amor de su vida en una presa.
Según comenta el sociólogo de la Universidad de Michigan, Jonathan Miller, a The Marshall Project “nos encontarmos en un espacio donde expresar nuestra opinión tiene premio”, indica, “si a esto le sumamos la democratización de la experiencia y la ubicuidad del sistema penal de las dos últimas décadas, nos encontramos a gente que toma Internet para compartir sus experiencias en la cárcel”.
Pero no solo son los reclusos los que participan en esta iniciativa, sino también sus familiares, trabajadores sociales, empleados de la misma y hasta jueces.
Al margen de lo dicho, Yelp no es la única herramienta de las que se valen los reos para dar a conocer su opinión del recinto en el que se encuentran, sino que Google Review cuenta con un amplio abanico de ejemplos.
Y a ti, ¿te parece una buena idea?
Imagen | Pixabay
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