Los recortes ya asoman la patita en las startups españolas: Typeform es una de las primeras víctimas

La desaceleración económica que estamos viviendo a nivel mundial con el aumento de la infracción y el consiguiente aumento de precios, tiene numerosas víctimas. Las tecnológicas son una de ellas que están viendo como se ven obligadas a reducir plantilla para cuadrar sus cuentas. Una de ellas es una de las startups más valoradas de España, Typeform, que ha iniciado un despido colectivo.

Al inicio de esta semana la tecnológica con sede en Barcelona comunicó de manera interna la ejecución de este despido colectivo tanto a nivel nacional como internacional. En este comunicado no han informado del nivel de despidos al que se enfrentan, aunque en España mínimo se reducirá un 10% de la plantilla al ser el mínimo necesario para iniciar un ERE.

Las tecnológicas comienzan a sacar la tijera

La empresa encargada de desarrollar software para realizar encuestas online informó que contaba con una plantilla en todo el mundo de 390 personas. Esta cifra respondía a un aumento de personal del 40% en un año gracias al crecimiento que se esperaba tener. Pero con la situación económica actual, la compañía ha informado que no hay cumplido sus objetivos de crecimiento. Es por ello que se debe por reducir la plantilla a través de un ERE para ajustarla a la producción.

En 2021 la empresa tuvo una facturación de 50 millones de euros que representaba un 45% más que en 2019. Al funcionar la empresa tan bien, sus directivos estaban apostando por invertir en personal para superar la cifra de 1.000 empleados siendo una inversión faraónica. Ahora estos planes se ven truncados y seguramente se pausen hasta que la situación vuelva a mejorar.

Typeform tiene un importante peso dentro del tejido productivo español al haberse especulado incluso su salida a bolsa. Pero ahora la presencia de inversores en este tipo de tecnológicas se han visto reducidos drásticamente al querer invertir en empresas más sólidas de cara al futuro.

Si bien, como hemos dicho anteriormente, esto es algo que está pasando a todas las grandes tecnológicas. La mayoría se han visto obligadas a sacar las tijeras para ajustar las cuentas en futuros ejercicios fiscales. España la verdad es que ha podido aguantar bastante, pero al final ha ocurrido lo inevitable.

Vía | La Información