En septiembre de 2022 apenas llevábamos unas semanas inmersos en el 'hype' de las —por entonces— nuevas inteligencias artificiales de generación de imágenes. Así se explica que una imagen creada con Midjourney fuera capaz de ganar un concurso de pintura: pese a que reconoció la 'coautoría', los jueces sencillamente no sabían qué era Midjourney.
En febrero de 2023, casi todo el mundo en el sector del arte y la fotografía había oído hablar ya de Midjourney y el resto de IAs similares. Sin embargo, otra imagen creada con Midjourney volvió a ganar otro concurso, esta vez de fotografía. Resulta que a nadie en el jurado se le había ocurrido que una imagen tan fotorrealista pudiera estar íntegramente creada por un ordenador.
Tendríamos que haber visto venir que el siguiente paso era que empezaran a rechazar imágenes creadas por humanos porque "parece creada por una IA". Esto fue, al menos, lo que le ocurrió a Suzi Dougherty, actriz australiana y fotógrafa aficionada, cuando se presentó a un concurso de fotografía organizado por una tienda de Sídney —el Charing Cross Photo—.
Esta foto es demasiado buena, lo sentimos
Lo hizo con una fotografía capturada con su iPhone en la que aparecía su hijo posando junto a maniquíes en una exposición de Gucci. Pero algo en la fotografía hizo que empezaran a sospechar de su autenticidad y, aunque no pudieron determinar de manera concluyente si había sido o no generada por una IA, optaron finalmente por descalificarla.
A la hora de justificarse, los jueces enfatizaron su deseo de que las imágenes fueran producto de "experiencias reales" en lugar de ser obtenidas gracias a Internet. La pobre Dougherty explicó después a los medios que, aunque quisiera, no podría haber usado una IA para generar una imagen fotorrealista:
"Apenas he aprendido aún a usar ChatGPT".
Cuando, tras esto, se desencadenó la polémica, el Charing Cross Photo terminó emitiendo una disculpa a Dougherty vía Instagram, confirmando la autenticidad de su fotografía, elogiando su creación como "una gran representación de lo que es real" y ofreciéndole eximirla de la tarifa de inscripción en futuros concursos.
Aunque llegó demasiado tarde para que Dougherty fuera considerada para el premio, ella se lo ha tomado bien, y ha dicho que se está planteando participar en el siguiente concurso, que girará en torno a la arquitectura.
Este incidente sirve, en cualquier caso, como recordatorio de que, a medida que la tecnología sigue evolucionando, la distinción entre el arte humano y el generado por IA se vuelve cada vez más difusa, desafiando así los criterios tradicionales de evaluación en concursos de fotografía.
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