Os hablábamos hace una semana del descubrimiento de dos investigadores, que decían que el iPhone guardaba un registro de todas tus localizaciones. En estos días ha habido acusaciones cruzadas, justificaciones y varios “y tú más”. Ahora que las cosas se han calmado un poco, vamos a explorar un poco qué es lo que realmente ocurre con estos seguimientos de localización.
Antes de ver qué ha pasado, necesitamos saber cómo nos localizan los teléfonos móviles. Hay tres vías: GPS, antenas y WiFi. El GPS es la más conocida de todas: el teléfono contacta con los satélites para conocer su posición. Esta es la explicación a grandes rasgos, aunque en Xataka Ciencia lo explican más detalladamente. El GPS es bastante preciso, aunque puede tardar varios minutos en dar una posición.
Otra vía es el posicionamiento por antenas. Este método emplea las antenas de telefonía móvil a las que se conecta vuestro dispositivo, y en base a la intensidad de señal, la localización de la antena y otros parámetros estima la posición del teléfono, con un margen de error que suele ser mayor a 100 metros. No es el propósito de este artículo profundizar en la localización por antenas GSM, aunque por Internet tenemos muy buenos artículos que lo explican por si tenéis curiosidad.
El tercer método es el más sencillo: sabiendo la dirección MAC (una identificación teóricamente única) y SSID (nombre) de las WiFis de alrededor y contrastando con una base de datos en las que cada red está localizada en el mapa, el teléfono puede aproximar su posición.
Para que la localización por redes (móviles y Wifi) funcione, necesitamos una base de datos que nos diga dónde está la antena o el router wifi, según corresponda. Según el comunicado que Apple ha sacado, el archivo oculto que tanto ha dado que hablar es en realidad una parte de esa base de datos. Así el teléfono podría obtener su localización por redes más rápidamente, sin tener que conectarse a los servidores de Apple.
Esta base de datos la crean todos los usuarios de iPhone enviando, de forma anónima, datos de localización junto con información de antenas y redes WiFi. Google (bajo autorización del usuario) y Microsoft también utilizan este sistema para crear sus bases de datos propias, en el caso de Google ampliadas con los coches de Street View.
Además de la base de datos, los móviles suelen almacenar también una caché de localizaciones. En general, la caché guarda copias de elementos a los que “cuesta” acceder, para ahorrar energía y tiempo. Por ejemplo, cachés de páginas web para evitar procesarlas cada vez que alguien las pide, caché de imágenes del navegador para no tener que descargarlas todo el rato… En el caso de las localizaciones, guarda las últimas para orientar al sistema y permite dar más rápido la posición.
Apple dice que el iPhone almacena demasiadas posiciones por un bug
Hasta ahora hemos visto cómo estos tres sistemas operativos “guardan” tu localización de dos formas: en una base de datos sobre antenas y routers wifi (de forma anónima) y en la caché de localización del teléfono (que debería ser local). Sin embargo, aquí lo que no cuadraba era el hecho de que Apple guardase tantas localizaciones en su archivo (algunos tenían hasta un año de antigüedad).
La respuesta de Apple ha sido clara: eso es un bug que corregirán con una actualización de software, de forma que sólo se guardarán datos de 7 días. También consideran un bug el hecho de que aun desactivando los servicios de localización el iPhone siga guardando su posición.
¿Ha habido un problema real o simplemente se ha exagerado todo?
Aunque cada uno tendrá aquí su opinión, desde mi punto de vista se ha exagerado todo demasiado. En un primer momento se lanzaron muchísimas críticas contra Apple, sin haber esperado a una explicación oficial. Personalmente, creo que había un problema simplemente porque era un archivo no cifrado, sin ningún propósito especial y que podía suponer un problema. Pero ahora que Apple aclara que fue un bug y lo corregirá, reduciendo el tamaño del archivo, el problema queda bastante reducido.
Lo mismo pasa con las críticas a Microsoft y a Google. Sí, almacenan localización en sus servidores, tal y como explico arriba. Sin embargo, esas localizaciones son (teóricamente) anónimas, y encima ayudan a recibir un mejor servicio. Y sí, también almacenan un “historial” o caché de localizaciones, pero son locales. Es como si nos quejásemos porque Firefox o Internet Explorer almacenan las páginas que visitamos en caché para cargarlas más rápido.
Estoy de acuerdo en que tanto Microsoft como Apple deberían dar como opcional este envío de información (Google ya lo hace). De hecho, cuantas más cosas den como opcionales mejor para el usuario: cada uno debería ser libre de decidir qué servicios quiere.
En resumidas cuentas: sí, la mayoría de fabricantes de móviles usan tus localizaciones, pero de tal forma que, según sus explicaciones, no es un riesgo para la privacidad. El problema, en general, se ha considerado como más grave de lo que realmente es, al menos para mí. No vamos a negar que los sistemas podrían hacerlo mejor, pero tampoco es un problema vital que comprometa seriamente nuestra privacidad.
En XatakaMóvil | Microsoft: Windows Phone 7 no guarda un historial de localizaciones
Más información | Apple Location Q&A
En Applesfera | Apple resuelve todas las dudas sobre los datos de posicionamiento descubiertos en el iPhone
Ver 32 comentarios