T.J. Keene, un juez canadiense, ha dictaminado que el uso del emoji con el pulgar hacia arriba (el típico que nos vale para decir un "vale" o un "ok") puede ser tomado con que un interlocutor está de acuerdo con el contrato que ha recibido a través de una aplicación de mensajería.
A raíz de este emoji, el demandante pedía al demandado 82.200,21 dólares canadienses más intereses y costas, por incumplimiento de contrato y daños y perjuicios. Dicha cantidad supone unos 56.000 euros al cambio actual.
El segundo niega haber aceptado el contrato, alegando que cualquier contrato es inaplicable porque las partes no redactaron ni firmaron ninguna nota o memorándum del contrato.
La historia: un contrato, ¿firmado o no?
Todo comenzó porque un comprador de grano, Kent Mickleborough, envió un mensaje de texto masivo a sus clientes en marzo de 2021, anunciando que la empresa quería comprar 86 toneladas de lino a un precio de 17 dólares canadienses (12,73 dólares estadounidenses) por 'bushel' (una unidad de medida que usan los anglosajones y que quivale a algo más de 14 kilogramos).
En ese proceso, el comprador habló por teléfono con el agricultor Chris Achter y le envió por mensaje una foto de un contrato. Con él, quería formalizar la compra de lino unos meses más tarde, pidiéndole al agricultor: "por favor, confirma el contrato del lino" en el mensaje.
La respuesta de Achter fue simple: el emoji de pulgar hacia arriba. El problema es que el agricultor no entregó la linaza en noviembre, como decía ese contrato y, para entonces, los precios de la cosecha habían subido.
La sentencia dice que hay que partir de que el emoji (👍) ha llegado al mundo y tiene significado en el diccionario: "se utiliza para expresar asentimiento, aprobación o ánimo en las comunicaciones digitales, especialmente en las culturas occidentales (esta es una acepción aceptada el 17 de mayo de 2023 en Dictionary.com).
"No hay que negar la tecnología"
El juez Keene también desestimó las preocupaciones de la defensa de que permitir que el emoji del pulgar hacia arriba signifique aceptación "abriría las puertas de par en par" a nuevas interpretaciones de otros emojis, incluidos el "choque de puños" y el "apretón de manos".
De todos modos, Keene afirma que al concluir que el pulgar hacia arriba puede utilizarse para celebrar contratos, Keene dijo que el tribunal "no puede (ni debe) intentar detener la marea de la tecnología y el uso común" de los emojis.
La sentencia deja claro que el emoji "pulgar hacia arriba" es tan válido como una firma, argumentando que los tribunales deben adaptarse a la "nueva realidad" de cómo se comunica la gente. Y, con esto, ordena al agricultor a pagar 82.000 dólares canadienses por incumplir un contrato.
En España tenemos un precedente parecido con WhatsApp, aunque sin el emoji como protagonista. Un juez de Vigo sentenció que lo dicho por la plataforma de mensajería puede ser considerado contrato verbal vinculante.
En Genbeta | WhatsApp por fin agrega la edición de mensajes enviados. Aunque tiene un 'pero' que no nos gusta
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