Puede que no conozcáis Hassle, pero se describe fácilmente si os menciono algunos servicios que pueden ser equivalentes como Etece o Helpling: todos se basan en buscar ayuda de un profesional para cualquier tarea que tengamos. Hassle se centra en buscar a personas que se encarguen de nuestras tareas del hogar.
Hemos tenido la oportunidad de hablar brevemente con Alex Depledge, la CEO de Hassle, quien nos ha explicado las impresiones que tiene del servicio a día de hoy y qué retos pueden plantearse de ahora en adelante tras casi dos años dando servicio en el Reino Unido e Irlanda, y más tarde en Francia.
Empezamos con la idea hace tres años y medio, buscando un modo de facilitar la búsqueda de personas que pudieran hacer tareas buscadas como la de canguro para los niños o jardinería. Pero empezamos de forma poco enfocada, haciendo muchas cosas al mismo tiempo y sin tener en cuenta la fiabilidad hacia el usuario final.
Alex nos cuenta cómo en el 2012 casi se rinden y abandonan el proyecto, pero de repente se fijaron en que muchos de los usuarios de la web venían buscando a personas que se encargasen de la limpieza del hogar. Así que le dieron otra oportunidad a la idea e investigaron. El resultado: muchos de los que buscaban limpiadores lo hacían en el mercado negro, con el clásico "tengo un amigo que tiene un amigo que por 10 euros la hora te limpia la casa". Se hacía con sitios como Gumtree, que la misma Alex nos describe como el equivalente de Craigslist en el Reino Unido.
"Muchos de los limpiadores son mujeres y muchas de esas mujeres están criando hijos, de modo que necesitan una forma de flexibilizar más su trabajo"
Hassle: "limpiadores limpios" y con poca comisión
¿Qué opciones tiene una persona que quiere limpiar casas pero lo hace de ese modo? Puede cobrar más dinero, pero no tiene una garantía de que consiga trabajo Y si se licencia los costes perjudicarán los beneficios. Y es precisamente en ese punto donde Hassle compite:
Nuestros rivales exigen unas comisiones del 30-35%, mientras que nuestros márgenes van del 15 a 18%. Creemos que los limpiadores se merecen cobrar acorde con el trabajo que hacen, y eso cambia según el país. En El Reino Unido son 9 libras la hora. En Francia, 30 euros la hora. Nosotros simplemente nos llevamos un margen suficiente para cubrir costes y obtener un pequeño beneficio, enfocándonos a esas personas del mercado negro.
¿Y qué tipo de limpiadores pueden trabajar con Hassle? El servicio tiene unas exigencias mínimas: el empleado tiene que tener un nivel suficiente de francés o inglés (depende del país en el que trabaje) como para mantener una conversación por teléfono, Hassle confirma la identidad y comprueba que el candidato no tenga antecedentes penales y sólo se contrata a gente que ya estuviera limpiando en el pasado. Nada de gente que simplemente busque trabajo o se quiera ganar un dinero extra.
En cuanto a los usuarios que más utilizan Hassle, son los que trabajan durante todo el día y por lo tanto su tiempo libre es muy valioso. Alex nos deja claro que su empresa no es "la Chanel de la limpieza", sino que prefieren promocionar el tiempo libre que ganaremos con la ayuda de alguien que esté dispuesto a limpiar la casa.
La clave ante la ley: dejar claro quién eres y lo que haces
Hemos sido muy bien recibidos en el Reino Unido e Irlanda porque estamos creando muchos puestos de trabajo, pero no puedo decir que hayamos tenido la misma recepción en Francia. Nos ha costado mucho comenzar ahí, y aún siendo muy pequeños hemos tenido a las autoridades siempre encima vigilándolo todo. Siempre hemos cumplido con la ley, pero esto nos da la sensación de no ser demasiado bienvenidos.
Hassle no tiene porqué romper la ley, desde luego. Es más, hace un favor cogiendo a todas las personas que limpian sin estar certificadas para ello y crea puestos oficiales. Y eso significa "poder acceder a más casas y estar asegurados ante cualquier eventualidad".
¿Tendrían algún problema si en Hassle decidieran entrar en España? No es algo que Alex haya querido comentar, pero tras conocer la prohibición de Uber ve el gobierno como "algo demasiado proteccionista" ante iniciativas que son "totalmente transparentes". Veremos si deciden dar el paso, pero de momento parece que en los tres países en los que han entrado han empezado relativamente bien.
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