Como bien explica el título de esta entrada, Microsoft va a presentar una nueva versión de Windows en la próxima conferencia CES que se celebrará en dos semanas en Las Vegas. Esta nueva versión del sistema operativo se espera que esté orientada en tablets y dispositivos similares.
Aunque por ahora no se conocen demasiados detalles sobre el lanzamiento, lo que sí sabemos es que con este lanzamiento también pretende disminuir la dependencia de fabricantes de chips como Intel o AMD, abriendo el camino a los procesadores basados en arquitecturas ARM.
Microsoft y ARM ya llegaron a un acuerdo en julio de este mismo año, según el cual la compañía de Redmond era la última en licenciar su trabajo con ARM, compartiendo la propiedad intelectual de sus diseños.
Juntando todos estos factores todas las pistas indican que Microsost intentará, con este movimiento, definir su estrategia en cuanto a los tablets se refiere. Y lo que es más importante, el sistema operativo sobre el que funcionarán.
Como mi compañero Yirá bien explicó en su entrada sobre el futuro de los SOs de tablets hace unas semanas, una de las principales decisiones que Microsoft debía tomar en los próximos meses estaban relacionadas con este tipo de dispositivos. Él mismo se preguntaba, y muchos otros lo hacen hoy, por qué camino echaría a andar Micrososft: por la vía Windows 7, la calle Windows Phone 7 o la avenida que las combina a todas ellas de alguna forma.
Esa pregunta todavía no tiene respuesta, pero por lo que parece apenas tenemos que esperar dos semanas para salir de dudas y ver cómo será este nuevo Windows, orientado a dispositivos de menor consumo de energía (y batería) como los tablets, pero con tantas interrogantes todavía por responder.
Vía | Wall Street Journal
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