Los estafadores están recurriendo falsas ofertas de abonos anuales a precios irrisorios como anzuelo para una campaña de phishing
El Metro de Madrid, uno de los principales sistemas de transporte público de España, ha dado la voz de alarma debido a una nueva estafa que ya circula por las redes sociales.
Los cibercriminales detrás de este engaño han recurrido a la técnica del phishing para -como es costumbre en estos casos- robar sus datos personales y bancarios. Pero, ¿qué anzuelo usan para que los usuarios caigan en la trampa?
Fácil: la oferta promociona un abono anual de transporte público por tan sólo dos euros, una cifra que parece demasiado buena para ser verdad. Y con razón. Ya utilizaron hace tiempo la misma cifra en una estafa similar, esta referida a la red de Renfe.
Pero eso no es todo: han redondeado el engaño difundiéndolo a través de publicaciones en redes sociales cuya imagen corporativa imita la del Metro de Madrid. En estas publicaciones, se anuncia la supuesta oferta y se insta a los usuarios a completar el formulario web al que enlaza.
Desmintiendo
Sin embargo, Metro de Madrid ha estado rápido en desmentir esta 'oferta', aclarando no sólo que no tienen ninguna relación con la misma, sino que nos encontramos ante un timo.
Según la página web oficial de la compañía de transporte, el Consejo de Administración del Consorcio Regional de Transportes suspendió la venta de bonos anuales a título particular para el año 2023... y esta medida se ha prorrogado para el año actual, lo que imposibilita la existencia de una oferta como esta.
A tener en cuenta
Finalmente, este organismo ha enfatizado en su comunicado la importancia de no proporcionar nunca información personal o bancaria a desconocidos y de denunciar a la Policía cuando el engaño ha tenido lugar.
Por su parte, la Policía Nacional, a través de su portavoz Silvia Garrido, ha destacado la importancia de la precaución en Internet, especialmente ante ofertas así de 'espectaculares'. Así mismo, ha recomendado verificar la legitimidad de las mismas y contrastar la información con organismos oficiales o entidades bancarias.
Es importante que, cuando recalamos, por una u otra razón, en una web (o perfil social) aparentemente oficial, nos fijemos en aquellos detalles que pueden revelar si se trata de una página legítima o no:
- La URL, ¿es la que aparece al buscar ese organismo/empresa en Google?
- Si es un perfil social, ¿cuándo se creó? ¿Cuántos usuarios tiene? ¿Está enlazado en la portada de la web oficial?
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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