Hace unos días empezó a distribuirse por Internet un estudio que decía que los usuarios de Internet Explorer, especialmente los de la versión 6, tienen un coeficiente intelectual menor que la media. Para los investigadores, la media de coeficiente intelectual era más o menos de 80, lo que les dejaba dentro del rango de estúpidos (literalmente: ved las tablas de referencia).
El estudio, además de tener un propósito bastante idiota, dejaba bastante que desear en cuanto a su rigor estadístico y al procedimiento de recolección de datos. Y con razón: la BBC ha investigado y el estudio ha resultado ser un hoax, una trampa, una falsedad. Es decir, que los usuarios de Internet Explorer no son tontos, ni tampoco los de Opera son casi genios, como decía el estudio.
Lo que sí es tonto es intentar relacionar el hecho de que alguien use un navegador con el nivel de inteligencia que tenga. Primero de todo, hay que tener en cuenta que Internet Explorer es un navegador que cumple su propósito: navegar por Internet. Es decir, que a mucha gente le valdrá y encajará dentro de lo que ellos buscan. ¿Es de tontos usar un navegador que se adapta a lo que yo busco? Sí, hay más alternativas, pero Internet Explorer es una perfectamente válida.
El estudio se dirigía más específicamente a Internet Explorer 6. Sí, está claro que Internet Explorer 6 es un navegador atrasado, pero hay varias razones por las que la gente lo sigue usando, y que no tienen nada que ver con que sean estúpidos.
Por ejemplo, muchas empresas siguen usando Internet Explorer 6 por falta de recursos para actualizar, o porque las aplicaciones que tienen sólo son compatibles con esa versión específica. Esto no hace a los usuarios más o menos tontos: usan el navegador su empresa les proporciona.
También está el caso de la gente que usa IE 6 en sus ordenadores personales porque ya estaba ahí. Conozco casos de gente muy inteligente, pero que por pereza o por poco conocimiento de los ordenadores no actualizan. Seguramente todos tengáis a algún familiar cercano en esta situación: gente que no se apaña con los ordenadores, pero que en otros campos es perfectamente válida (e incluso más inteligente que los que usan navegadores de “listos” según este estudio).
Aquí hay que tener en cuenta que los usuarios que buscamos alternativas somos un porcentaje pequeño. La gran mayoría se queda con lo que está simplemente porque les sirve.
Traslademos está situación para que lo entendáis mejor: imaginaos que queréis bucear en la playa. Pues cogeréis las primeras gafas, tubo y aletas que os gusten y hala, a bucear. Un experto en buceo os dirá que son mucho mejores las de tal marca. Pero, ¿qué más os dará a vosotros si lo único que queréis es bucear un rato? Mientras sirvan, el resto de detalles da un poco lo mismo.
Con muchos usuarios pasa lo mismo: mientras su navegador siga funcionando no les hará falta cambiar. Es cierto que Internet Explorer 6 ya empieza a ser incompatible con muchas webs, y precisamente es una de las razones de que su uso siga bajando. Aun así, sigue habiendo gente que sólo utiliza Internet para navegar de vez en cuando, y que usan IE6 porque están acostumbrados a él.
Encasillar a los usuarios por el software que usan, un error
Está claro que sí, habrá gente poco inteligente usando Internet Explorer 6, pero también la habrá usando Firefox, Chrome, Safari y Opera. Y del mismo modo, habrá verdaderos genios usando Internet Explorer 6, pero que estén condicionados por alguno de los casos que decía arriba.
Lo que de ningún modo se puede hacer es generalizar que los usuarios de tal navegador tienen un coeficiente intelectual de X. De hecho, estoy bastante convencido de que, si se hiciese bien un estudio con rigor estadístico no habría prácticamente diferencias entre el coeficiente intelectual de unos y otros usuarios.
Y, de la misma forma que no podemos generalizar con navegadores, tampoco podemos hacerlo con sistemas operativos ni con ningún otro tipo de software, ni con nada. No podemos clasificar a la gente por lo que usa. No sabemos si es que no necesitan más, o si tienen algún otro tipo de circunstancias que les hagan usar uno u otro navegador. Por eso, creo que la mayoría de estudios de este tipo no tiene mucho sentido y habría que cuidarse de hacerles caso.