La publicación definitiva en el BOE, esta misma madrugada, de la llamada 'Ley Iceta' de regulación del copyright nos ha traído una sorpresa: cuando el foco estaba aún puesto sobre el ya confirmado retorno de Google News a España, nos encontramos con que —por primera vez— la legislación española regulará (y protegerá) el uso de los 'memes'.
No lo hará, eso sí, usando tal nombre: 'meme' no es más que la banalización de un término usado por el científico Richard Dawkins a la hora de exponer su teoría de la transmisión cultural, mientras que el idioma español cuenta ya con un término referido a aquellas obras culturales basados en la combinación de elementos de obras ajenas "de forma que den la impresión de ser una creación independiente".
Pastiche = meme
Nos referimos, por supuesto, al 'pastiche'; tal es el término usado en el nuevo decreto-ley. De hecho, ésta incluye por primera vez la creación de 'pastiches' como límite a la aplicación de la normativa del copyright, al mismo nivel —por ejemplo— al del uso educativo o el enfocado a la investigación. Así, según las disposiciones generales del texto,
"Se refuerza la cobertura legal de las expresiones y construcciones multimedia que se replican y transmiten mediante Internet de persona a persona hasta alcanzar una amplia difusión –los conocidos como «memes»–, aunque este límite extiende también su ámbito al entorno analógico".
Al margen de dicho texto de presentación, el pastiche/meme sólo aparece mencionado en el articulado de la ley en dos ocasiones. La primera, en el artículo 70, íntegramente dedicado a regular esta figura.
En él, se menciona que su uso "no precisa la autorización del autor o del titular de derechos la transformación de una obra divulgada" para generar un pastiche, que define en los términos exactos del Diccionario de la Real Academia… si bien añade una excepción: dicha autorización no será necesaria
"siempre que no implique riesgo de confusión con las obras o prestaciones originales ni se infiera un daño a la obra original o a su autor".
La segunda ocasión en que se mencionan los pastiches es en el artículo 73.8, cuando a la hora de abordar las 'medidas para garantizar el correcto funcionamiento del mercado de derechos de propiedad intelectual', se especifica lo siguiente:
"La cooperación entre los prestadores de servicios de contenidos en línea y los titulares de derechos no impedirá que los usuarios carguen y pongan a disposición del público contenidos de obras u otras prestaciones que no infrinjan tales derechos o que se hagan con fines de cita, análisis, comentario o juicio crítico, reseña, ilustración, parodia o pastiche".
Recordemos que, como ya os contábamos ayer, esta nueva ley abre las puertas a la censura al dejar en manos de los algoritmos el control de contenidos, sin necesidad de revisión humana alguna o de control judicial.
Debemos agradecer esto al artículo 17 de la directiva europea que se traspone en el decreto-ley que nos ocupa. En medio de la polémica desatada hace 3 años durante la aprobación de dicha directiva, dos de las razones que mayor polémica generaron en las redes fueron las siguientes:
- Se buscaba obligar a las plataformas sociales a instalar filtros para controlar lo que se publicase.
- Los memes quedarían ilegalizados.
Ya en aquel momento en Genbeta aclaramos que, como estamos viendo ahora, el segundo problema no se iba a dar, porque existían otras normativas que lo impedían. Y sin embargo, el primer motivo de polémica constituía igualmente una amenaza al uso efectivo de los memes.
Los memes sólo estarán 100% protegidos cuando la inteligencia artificial sea capaz de reconocer la ironía
Recordemos que la 'Ley Iceta' aborda "el uso de técnicas efectivas de reconocimiento de contenidos" que básicamente consisten en algoritmos destinados a detectar y filtrar (censurar) los textos u obras multimedia posteadas por los usuarios, recurriendo a compararlas con una base de datos de obras protegidas por derechos de autor.
El artículo 73.8 exime, como hemos dicho antes, a los memes de ser 'víctimas' de dichos algoritmos…
…pero, dado que se basan en el uso de elementos tomados de obras protegidas, muchas veces con la adición de un texto irónico o paródico sobreimpreso como una adición al original, cabe preguntarse cómo un algoritmo de IA, destinado a operar sin supervisión humana, podrá reconocer por sí mismo el uso legítimo como pastiche de una obra de los posibles usos ilegítimos de la misma.
En resumen: la ley protege a los memes con una mano, mientras con la otra sigue abriendo la puerta a que, en la práctica, su uso se vuelva imposible si no afinan muy bien (hasta lo imposible, diríamos) los citados algoritmos.
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