Si leéis Genbeta regularmente seguro que estáis acostumbradísimos a reconocer perfectamente todos y cada uno de los periféricos de un ordenador en cuanto lo vemos: el teclado y el ratón no pueden faltar en cualquier máquina, además de los trackpad en los ordenadores portátiles. Pero desde hace ya meses estamos empezando a ver cambios importantes en esto.
Estos cambios están siendo originados, en mayor parte, por las pantallas multitáctiles de la nueva generación de teléfonos. Al principio esta tecnología no parecía ofrecer ninguna aplicación eficiente en los ordenadores, pero entonces llegó Apple con su iPad demostrando que solo hace falta una pantalla más grande para que la interfaz de las aplicaciones tenga muchísimas más posibilidades. El mismo Steve Jobs ha mencionado ya en varias ocasiones que estamos en el comienzo de la era Post-PC.
¿Es entonces la interfaz multitáctil el futuro? Sí y no, y depende de la compañía. La misma Apple ha admitido que una pantalla multitouch llevada a los ordenadores “da para una demostración muy atractiva, pero tras varias horas de uso tu brazo quiere caerse muerto“. El secreto, según los chicos de Cupertino, es aprovechar las ventajas de la interfaz multitáctil consiguendo al mismo tiempo que el usuario tenga los brazos como siempre los ha tenido hasta ahora: en reposo.
Y con esta propuesta la compañía ha lanzado al mercado el Magic Trackpad, que combinado con los enormes trackpads de su gama de portátiles pretende crear una nueva forma con la que usamos los ordenadores. Con Mac OS X Snow Leopard podemos usar varios gestos multitouch para gestionar mejor las ventanas del sistema y ahorrarnos gestos más incómodos con el teclado o el ratón, pero con Mac OS X Lion la implicación del trackpad será mucho mayor. Pasará a ser un complemento a ser una herramienta casi indispensable para disfrutar de las ventajas de ese sistema.
No hace ni dos semanas que Apple enseñó una versión preliminar de Lion para los desarrolladores, y la opinión ya se ha generalizado: la compañía quiere deshacerse del ratón y demostrarnos que podremos hacer cosas asombrosas con ese trackpad. Sí, usuarios como por ejemplo los jugones aficionados nunca desecharán el ratón, pero eso no le importa a Steve Jobs. Su objetivo es que todos los usuarios con necesidades básicas que no adopten el iPad lo hagan con Lion, aprendiendo a usar el ordenador de una forma innovadora y diferenciándolo del PC convencional.
¿Qué están haciendo el resto de compañías? Microsoft ha prometido un cambio arriesgado e innovador con Windows 8, del que ya sabemos que tendrá una versión optimizada para procesadores ARM (presente en la mayoría de tablets). En el campo de los móviles tenemos Windows Phone 7, que unido a una serie de teléfonos de fabricantes de terceros es el sistema con la mejor respuesta de pantalla que he probado despuésde iOS. Pero nada de tablets por el momento, y nada de un amenazante camino para presentar innovación en futuros sistemas para ordenadores.
Pasemos a un competidor más peligroso: Google. Con Android en sus manos y los primeros tablets con ese sistema en la calle, la compañía de Mountain View tiene una visión diferente del futuro. Por un lado avanza con Honeycomb y su interfaz multitáctil en los tablets para competir con el iPad, pero por otro lado tenemos a Chrome OS en los portátiles básicos para los usuarios que no necesitan nada complicado. No hay rastro de interfaz multitouch en ese sistema, dejando a un lado que Google está trabajando en una interfaz especial para pantallas táctiles.
El cambio se ve desde lejos, pero por el momento Apple es la única que se está atreviendo a dar un paso adelante atreviéndose a decir que el ratón ya no parece tan útil como lo parecía antes. Lo cierto es que cuando Mac OS X Lion aparezca en el mercado va a haber un momento difícil para él, en el que los usuarios decidirán si nos es más cómodo usar el ratón o el trackpad para usar Lion. Depende de como salga la jugada, Apple puede marcar el camino a seguir para toda la competencia una vez más, o puede haberse topado con una vía muerta desde la que sería inevitable tener que volver atrás. Arriesgado, pero interesante. Esperemos a junio.