Este sábado fue publicado el anuncio oficial de Debian GNU/Linux 5.0, bautizada como “Lenny” en honor a uno de los personajes de Toy Story. Después del anuncio lo único que queda es descargar el instalador y proceder a probarlo en vivo y en directo.
Al igual que ya hicimos con Fefora 10, Ubuntu 8.04 y OpenSUSE 11.0, en este screencast se muestra el proceso de instalación (acelerado, la instalación real dura más de 6 minutos) de Debian “Lenny”, desde que se arranca con el DVD recién grabado hasta que se inicia la primera sesión de usuario en el entorno de escritorio.
El proceso en sí no es muy diferente de otras distribuciones populares. En el menú inicial, nada más arrancar con el CD/DVD, se puede elegir entre iniciar una instalación en modo experto o en modo automatizado, pudiendo también elegir realizarla con un entorno gráfico para mejorar un poquito el aspecto. Además, se puede elegir qué sistema de escritorio instalar directamente (Gnome, KDE, XFCE o LXDE). En cada paso, se ha agregado un botón para realizar una captura de la pantalla, bien sea para mostrar el proceso o quizá también para recordar algunos datos, como la tabla de particiones o la información de los usuarios.
En el modo experto se muestra un guión de todos los pasos de la instalación, pudiendo acceder a cualquiera de ellos siempre que los anteriores que sean estrictamente necesarios ya estén cumplidos. En cada uno de ellos mostrará algunas opciones más que en el proceso automatizado, con el fin de que un usuario avanzado pueda recurrir a todas las opciones que desee para personalizar su instalación.
La mayoría de los usuarios optarán por una instalación automatizada y con entorno gráfico, como la del screencast. El programa instalador va avanzando paso a paso y pidiendo al usuario la información que sea necesaria antes de pasar al siguiente. Primero se selecciona el idioma y la distribución del teclado. Después el sistema intentará configurar la red automáticamente, utilizando DHCP. Por ello, es recomendable utilizar un cable de red durante la instalación, para que el instalador no tenga ningún problema en este paso y pueda disponer de internet cuando lo necesite.
Una vez activada la red, se procede a la configuración del reloj y al particionado de los discos duros. El programa de particionado no es el más intuitivo que se haya visto, pero permite elegir entre realizar una instalación limpia con tan sólo un click, dejar que el sistema asigne el espacio automáticamente o realizar una configuración detallada y manual de las particiones y los puntos de montaje.
El siguiente paso es asignar una contraseña al usuario administrador (_root_), un nombre completo para el usuario y un nombre y contraseña para iniciar sesión. Después hay dos pasos que se pueden saltar: utilizar más discos adicionales o una réplica en red. En general se suele utilizar solamente el primer CD/DVD de instalación para instalar el sistema básico y después complementarlo utilizando las preconfiguraciones de posibles usos del sistema, o por supuesto instalando cualquier paquete una vez el sistema base ya esté funcionando.
Entre los posibles usos que Debian considera opcionales durante la instalación están:
Entorno de escritorio.
Servidor web.
Servidor de impresoras.
Servidor de DNS.
Servidor de ficheros.
Servidor de correo.
Bases de datos SQL.
Ordenador portátil.
Sistema estándar.
Al marcar cualquiera de ellos, el instalador obtendrá y configurará todos los paquetes necesarios de acuerdo a cada uso que se le quiera dar al sistema.
El último paso del proceso de instalación está dedicado a Grub, el gestor de arranque. Una vez el usuario decida si quiere instalar o no un menú inicial de arranque con todos los sistemas operativos instalados, el programa debería dar un mensaje de felicitación por haber completado el proceso exitosamente. Sólo quedará reiniciar y disfrutar de la primera sesión de usuario.
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