Hoy se ha hecho pública la segunda edición del informe "España Nación Digital" (PDF), correspondiente al año 2019 y elaborado por Adigital (o 'Asociación Española de la Economía Digital'), la asociación que reúne a compañías españolas procedentes de sectores como la movilidad inteligente, la economía colaborativa o las agencias digitales, entre otros.
El informe presenta una España que, como hace un año, sigue situada situada "en la frontera entre las economías de segundo nivel y el grupo de economías más avanzadas en materia de digitalización", que pese a los avances de los últimos años, "sigue sin ser capaz de aprovechar todo el valor asociado a la transformación digital en términos de crecimiento económico".
Esta edición del informe recorre más de 90 indicadores que permiten hacernos una idea de la posición de nuestro país en campos relacionados con la disponibilidad de infraestructuras, marcos institucionales y capacidades digitales.
Y, entre ellos, se advierte una gran variedad de tendencias: desde nuestra posición destacada en cuanto al grado de despliegue de redes de alta velocidad (tanto fijas como móviles) hasta nuestro nivel de uso de robots industriales y de servicios (donde ocupamos la primera posición) hasta datos mucho más negativos en cuanto a talento digital.
Lo peor: poco músculo en talento digital
Los indicadores muestran que España sigue ocupando un puesto "intermedio-bajo" en cuanto a nivel de preparación para aprovechar el potencial de la digitalización (es decir, en capacidades digitales), tanto en lo que se refiere a la población española como al tejido empresarial.
Y además, con respecto a 2018, hemos empeorado nuestra posición relativa en la mayoría de las métricas relacionadas.
Según el informe, a una cuestión de estructura empresarial (como es que nuestro tejido productivo esté formado fundamentalmente por pequeñas empresas y microempresas, en las que las oportunidades de innovación son mucho menores), se suma otro problema de carácter demográfico:
"Para los países rezagados, como España, el tiempo y la inercia de la demografía juegan en contra: hacen falta al menos dos décadas para que los jóvenes que se incorporan al mercado laboral lo hagan con el nivel educativo de las sociedades más prósperas, y otras dos décadas para renovar la mitad de la población activa".
Otro aspecto negativo que el informe destaca, y que tiene su impacto sobre nuestra empleabilidad en el sector digital, es que España se encuentra a la cola en cuanto al porcentaje de población que habla uno o más idiomas extranjeros.
¿En qué más podemos sacar pecho?
Como único modo de medir el tamaño de nuestro ecosistema de startups con otros países (ante la falta de criterios homogéneos), el informe recurre a la métrica del número de rondas de financiación de capital riesgo.
Ahí, a pesar de que muchas las operaciones, en especial las más pequeñas, pueden tardar más de un año en registrarse, los datos muestran que España se sitúa ya como el quinto país en Europa en número de operaciones en 2019 con 277 operaciones, sólo dos menos que Suecia. A la cabeza de la clasificación se situarían Reino Unido (1.303), Francia (589) y Alemania (556).
En España, a pesar de que el porcentaje de empresas involucradas en ventas online transfronterizas es aún relativamente bajo, el comercio electrónico sí representa un porcentaje significativo de nuestro PIB (el 2,69%), lo que nos sitúa como el cuarto mayor mercado comercio electrónico de Europa, tras Reino Unido (7,9%), Dinamarca (6,4%) y Francia (4,3%), pero por delante de Italia (2,0%) y Alemania (1,7%).
Vía | Adigital
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