La Comisión Europea y el Departamento de Comercio de los Estados Unidos han respaldado el nuevo marco de privacidad de datos UE-EE. UU., proporcionando así un nuevo marco legal que haga posible la transmisión de datos entre ambos lados del Atlántico… después de que los dos anteriores fueran anulados por los tribunales.
Tras la firma del primer acuerdo, conocido como 'Safe Harbor' (Puerto Seguro) en el año 2000, éste estuvo vigente durante 15 años, hasta que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea lo invalidó en octubre de 2015.
Unos pocos meses después, en febrero de 2016, ambas potencias lograron negociar y firmar un nuevo acuerdo, popularmente conocido como 'Privacy Shield'. Éste sería invalidado de nuevo en 2020 por la justicia europea, que dictaminó que la norma estaba permitiendo que se incumplieran nuestras leyes de protección de datos.
Desde entonces, 'Privacy Shield' ha permanecido provisionalmente en vigor mientras se negociaba un nuevo acuerdo (conocido ahora como 'EU-U.S. Data Privacy Framework'), un proceso que ha tardado 3 años en finalizar con éxito. Aunque, bueno, no todo el mundo lo considera 'exitoso', precisamente…
No han aprendido nada
Por ejemplo, Max Schrems, abogado de la organización de activistas en defensa de la privacidad Noyb y conocido por su participación en las dos sentencias previas de 2015 y 2020, ha expresado su oposición al contenido del acuerdo…
…y ha anunciado sus planes de llevarlo —de nuevo, ante los tribunales—: Schrems argumenta que, a grandes rasgos, el nuevo acuerdo es en gran medida una copia de Privacy Shield y no aborda los problemas fundamentales del mismo.
Por ejemplo, según Schrems, no ha habido cambios sustanciales en la ley de vigilancia de EE. UU. que garanticen un grado suficiente de privacidad para los usuarios no estadounidenses. El desacuerdo gira, en gran parte, en torno a la normativa estadounidense que permite la videovigilancia masiva por razones de 'seguridad nacional', algo que no contemplan las normas europeas.
Max Schrems asevera que es probable que el proceso legal para derogar el nuevo acuerdo se inicie ya a finales de este año, tras lo cual no cabría esperar un resultado final antes de 2025, lo que prolonga aún más la incertidumbre en torno al marco legal aplicable.
Según Schrems, confía en que en este caso pueda suspenderse el acuerdo mientras se revisa su contenido. Cuando se le preguntó acerca de una posible nueva anulación judicial, el comisario europeo de Justicia Didier Reynders afirmó que, en su opinión, podría ser útil poner a prueba el nuevo sistema antes de llevarlo a los tribunales.
Vía | EurActiv
Imagen | Gerd Altmann en Pixabay
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