Con Google metiéndose cada vez más en diferentes campos, parece ser que se aproxima el momento de que salga a la luz su aventura en el sector de los libros electrónicos: Google Editions.
Según recoge el Wall Street Journal, se han terminado de superar los últimos obstáculos técnicos y legales y el proyecto estará disponible para Estados Unidos a finales de este año (es decir, que lo veríamos este mes) y para el resto del mundo en los primeros meses del 2011.
Parece ser que el enfoque de Google va más por el lado online, mirando hacia la venta del permiso de acceso a los libros que a la del archivo en sí mismo (que no deja de ser un reflejo del hábito que tenemos de poseer el ejemplar físico). La idea es poder leer en cualquier parte con una conexión a Internet.
Google apuesta por una plataforma de lectura que será accesible desde un navegador, ya sea en un ordenador, una tablet o un smartphone. Podremos comprarle los libros a él o a otras librerías. Y no sólo a grandes cadenas, sino también a librerías independientes. En cuanto a los precios, serán similares a los de Amazon y Barnes & Nobles.
Aún se desconoce cual será el funcionamiento exacto de Google Editions. Una pista la da Dominique Raccah, una editora independiente, que dice que “Google va a convertir cada espacio de Internet que hable sobre un libro en un sitio donde puedas comprar ese libro”. ¿Cómo harán eso? ¿Un botón a lo Facebook?
En principio, la idea de Google parece interesante: poder leer un libro sin importar desde donde ni con qué lo estés haciendo. Ahora bien, algo a lo que estamos acostumbrados en un ámbito (el contenido en la web), no tiene porque resultar bien en otro. Con los libros aún existe un sentimiento de posesión muy fuerte: sea un ejemplar físico o sea digital, queremos tenerlo con nosotros, que sea patentemente nuestro, aunque sólo sea porque está en el disco duro de nuestro ordenador o en nuestro dispositivo favorito.
A mí, como lector empedernido, me surgen muchas preguntas. Pero ni siquiera las planteo pues sé que no podrán ser contestadas hasta que aparezca el servicio y sería llenar de texto gratuito este post. Sin embargo, dejando de lado esas preguntas que tal vez también tengáis vosotros, me gustaría conocer vuestra opinión sobre algo: ¿compraríais libros que no vayan a residir nunca en vuestro ordenador?
Vía | The Wall Street Journal
Imagen (fondo) | Gadl
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