Ayer, durante el Debate sobre el Estado de la Nación, el presidente Pedro Sánchez anunció la aprobación del 'Programa Código Escuela 4.0', destinado a incorporar "la programación y la robótica" en los niveles educativos de Infantil a la ESO "en línea con lo que se está haciendo en muchos de los países de nuestro entorno".
"Vamos a dar un impulso nuevo al sistema educativo de nuestro país con la incorporación del aprendizaje de un nuevo idioma, el idioma del presente y el futuro, que es la programación".
El 'Plan Código Escuela 4.0' supondrá —según ha aclarado La Moncloa— una inversión de 356 millones de euros en los próximos dos años, y repercutirá sobre "cerca de 5.900.000 alumnos". La mayor parte de ese dinero (284,7 millones) irá destinado de forma directa a la generación de recursos didácticos y a la formación del actual profesorado…
…así como a crear la figura del "auxiliar de programación", profesionales cuyo misión será la de asistir a los profesores en clase "hasta que estos se hayan formado adecuadamente".
Además de eso, el mismo comunicado gubernamental se centra en medidas "específicas" como "la introducción en los Grados de Magisterio de contenidos de programación, pensamiento computacional y robótica"… cuyos efectos, como es previsible, deberán esperar a que los estudiantes de dichos grados se titulen y aprueben las oposiciones.
Moncloa aclara, finalmente, que el responsable de gestionar todo este Plan será el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado (INTEF), dependiente del Ministerio de Educación y Formación Profesional, "en colaboración con las comunidades autónomas".
¿Por qué pasar del desinterés e inconcreción a ser abanderados de la robótica en las aulas?
En los últimos meses, hemos presenciado diversos anuncios, denuncias y promesas en torno a la enseñanza de conocimientos tecnológicos en el sistema de enseñanza. Primero fue la denuncia de los sindicatos docentes y de la oposición parlamentaria de que la enésima reforma educativa, la LOMLOE, supondría la supresión de la asignatura de 'Informática' del currículo escolar obligatorio, quedando al albur de las comunidades autónomas que sus contenidos no quedaran relegados a una mera 'competencia transversal'.
Luego llegaba la aprobación del decreto ley que establecía "la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Infantil", en la que —por primera vez en la historia— se incorporaba el 'pensamiento computacional'… aunque éste aparecía mencionado únicamente en cuatro ocasiones, apenas definido y entremezclado con el concepto de "método científico".
Al mes siguiente, volvía a haber novedades al respecto, y se anunciaba, tras un acuerdo entre el Ministerio de Educación y las comunidades autónomas, la actualización del 'Marco de Referencia de la Competencia Digital Docente', sólo dos años después de su aprobación en mayo de 2020. El resultado fue un documento de 210 páginas que no hablaba en ningún momento de 'robótica' y sólo mencionaba en dos ocasiones el concepto de "lenguaje de programación".
¿Qué ha cambiado, entonces, desde comienzos de este año? ¿Por qué el Gobierno concede ahora a la formación del profesorado en programación y robótica tal importancia tras haberla prácticamente ignorado en el 'Marco de Referencia de la Competencia Digital Docente'?
Quizá el que le haya hecho cambiar de idea haya sido Hadi Partovi, CEO y cofundador de Code.org, que se reunió con él hace poco más de un mes. Code.org es una iniciativa que hace unos meses logró reunir a los cuatro expresidentes del Gobierno español vivos para que, juntos, se pronunciasen a favor de la introducción de dichos contenidos en la educación obligatoria.
Sin embargo, Sánchez ya apoyó también este proyecto en un vídeo (ver más arriba) grabado el año pasado, antes de sus decisiones sobre el Marco de Competencias y la LOMLOE… así que quizá la razón sea otra.
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