Uno de los grandes miedos que podemos tener sobre el avance de la IA es precisamente que nos pueda sustituir en cualquier puesto de trabajo. Su capacidad de generación y de procesamiento (siempre con un buen entrenamiento detrás) ha llevado a que muchas empresas tengan una IA como CEO u en otro puesto para recibir su asesoramiento.
Pero uno de los gremios que más amenazados se han visto con la IA es precisamente el de los escritores de libros. Y es que un grupo de estos, entre los que se incluye el famoso George R.R Martin (escritor de la saga Juego de Tronos entre otros) han presentado una demanda contra OpenAI por supuesta infracción de derechos de autor.
Una demanda con la que tratan de esclarecer si la IA debe cumplir con el Copyright
Es conocido por todos que las IA requieren de un gran entrenamiento para poder ofrecer muy buenos resultados. Y es que son muchas las polémicas que existen al respecto como por ejemplo la de Elon Musk y su limitación en el visionado de tweets para evitar que se pueda tomar esta información. Pero esto se suma ahora a una demanda del Gremio de Autores.
Esta asociación afirma que se han estado usando sus textos para entrenar a la inteligencia artificial de OpenAI sin el correspondiente permiso. Según la demanda creen que se "copiaban las obras de los demandantes al por mayor, sin permiso ni consideración".
Y es que estos autores dependen precisamente de todas las obras que crean. Pero si se está entrenando a una IA con sus propios textos los diferentes modelos de generación van a permitir que cualquier persona obtenga un texto con el mismo tono que estos creadores sin tener que pasar por caja. Se centran principalmente en el modelo LLM que puede generar este tipo de contenido de manera automática y libre.
Y es que además de poder usar estos textos con una función de entretenimiento, también hay que ponerse en la situación de que alguien pueda llegar a crear un libro con una IA basándose en los textos de George R.R Martin. De esta manera se podría llegar a comercializar una historia con el estilo de R.R Martin sin tener su consentimiento gracias a este entrenamiento.
La solución que se plantea ante estos casos es la posibilidad de realizar un entrenamiento a través de los textos de dominio público y que no cuentan con derechos de autor. Pero lo que está claro es que están asustados de que sus futuras obras sean producto de una IA a la que se introdujo un prompt. Ahora solo quedará por ver como evoluciona esta demanda en Nueva York y las consecuencias a las que se enfrentará OpenAI.
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