En el año 2018 éramos conocedores de una multa histórica por parte de la Unión Europea al gigante de Google por un valor de 4.340 millones de euros, superando la famosa multa de 2.420 millones de euros de 2017. Tras un largo proceso de recursos por parte de Google, finalmente la justicia europea no les ha dado la razón confirmando la sanción, aunque rebajándola varios millones hasta los 4.125 millones de euros.
Esta multa llegó directamente desde la Comisión Europea por impedir a los consumidores beneficiarse de una competencia efectiva en un ámbito tan importante como el móvil. Esto se traduce en que Google impone a los fabricantes que quieren hacer uso de Android de manera plena a cumplir diferentes requisitos. De esta manera se pasa a tener una posición completamente dominante, no dejando la libertad necesaria a los usuarios para poder disfrutar de una competencia real.
Google sancionada con una multa millonaria por su actitud dominante en Europa
Para poder afirmar esto, la Comisión Europea afirmó que Google obliga siempre a los fabricantes a preinstalar Google Search y Google Chrome en los dispositivos si se quiere tener la Play Store en los dispositivos con la correspondiente licencia. Además, también se han demostrado diferentes pagos de Google a los fabricantes para tener instaladas en los dispositivos de manera exclusiva la aplicación Google.
Todo esto se suma a que Google también ha impedido a los fabricantes a utilizar versiones adaptadas de Android sin que tengan su aprobación. En el caso de hacerlo, no tendrían el derecho a emplear los servicios y las aplicaciones de Google de manera libre. Esto es claramente una práctica de monopolio que ata a los fabricantes a usar la misma versión de Android base si quieren ofrecer los servicios de Google que son muy reclamados por los usuarios.
En este caso, la Comisión Europea impuso esta medida histórica, aunque ha tenido un largo recorrido en estos últimos cuatro años. Ahora la justicia europea ha querido revisar esta posición dominante por parte de Google, confirmándola en casi su totalidad. De lo único que se ha podido beneficiar Google de su recurso ha sido de una rebaja en la multa de en torno a los 200 millones de euros, siendo algo insignificante cuando se está ante unas cifras que superan los 4.000 millones de euros.
Además de esto, la Comisión Europea también impuso que Google debía acabar con estas prácticas. Se espera de esta manera que Android tenga una competencia real en el mercado sin que existan trabas a la hora de emplear las aplicaciones de Google. De esta manera, en un futuro se explora la necesidad de reducir la cuota de mercado que puede llegar a tener Android en Europa con la libertad de los fabricantes para crear nuevos sistemas operativos.
Vía | El Mundo
Ver todos los comentarios en https://www.genbeta.com
VER 24 Comentarios