Su empleador, el Departamento de Salud del Estado de Queensland (Australia), también afirmaba que acudir a la oficina le permitía 'desconectar mejor' del trabajo y no caer en el 'sedentarismo'
Los conflictos laborales en torno al trabajo en remoto no son patrimonio exclusivo de las grandes tecnológicas: también las administraciones públicas los han experimentado. Y, en algunos casos (como el que os traemos hoy), un empleado público ha visto respaldo en los tribunales su derecho a teletrabajar.
Nuestro protagonista se llama Daniel Hume, es empleado del Departamento de Salud de Queensland (Australia) y, se ha convertido en un símbolo de la batalla por el derecho al teletrabajo tras enfrentarse contra su empleador, el gobierno estatal.
Hume era gerente del equipo de análisis de infraestructura y reportes de la división de servicios corporativos del Departamento de Salud cuando, en marzo de 2021, decidió presentar una solicitud para trabajar completamente en remoto.
Al fin y al cabo, durante los 12 meses previos y a causa de la pandemia de Covid, él y su equipo ya habían estado trabajando de forma remota eficientemente y "sin efectos adversos para la organización".
Hume argumentó que durante ese año se había dado cuenta de que el trabajo desde casa incrementaba su productividad, al ahorrar casi tres horas de viaje diarias, estar sometido a menos distracciones, y pasar más tiempo con su familia, todos ellos aspectos que consideraba esenciales para su bienestar.
Te veré en los tribunales
Inicialmente, la solicitud de Hume fue rechazada por su superior, quien le impuso un esquema rotativo de trabajo híbrido que suponía poder trabajar desde casa tres días una semana y dos la siguiente, pero asistir físicamente a su lugar de trabajo el resto del tiempo.
Disconforme con esta decisión, Hume llevó su caso a la Comisión de Relaciones Industriales de Queensland (QIRC), alegando que su empleador no había considerado adecuadamente sus circunstancias personales y los beneficios comprobados del teletrabajo. La QIRC falló a favor de Hume en agosto de 2022, estableciendo que solo era necesario que trabajara en la oficina un día a la semana.
Sin embargo, el Departamento de Salud de Queensland decidió apelar, y además de exponer que las interacciones cara a cara eran un requisito de su puesto como gerente, decidieron ir un paso más allá en su alegación.
Así, ya que Hume había argumentado que trabajar desde casa favorecía su bienestar, ellos contraatacaron afirmando que el trabajo presencial facilitaba una mejor desconexión después del horario laboral y promovía una vida menos sedentaria.
A pesar de tales argumentos, el organismo desestimó la apelación en marzo de 2023, afirmando que la decisión original era correcta y debía mantenerse. Curiosamente, el mismo día en que la QIRC emitió su fallo favorable original (en 2022), Hume había presentado su dimisión, no sabemos si descontento aún con la imposición de un 20% de tiempo de trabajo en la oficina.
Un gesto que simboliza la profundidad del choque hoy existente entre las expectativas laborales tradicionales y las necesidades vitales de muchos trabajadores modernos. Sobre todo, después de que la pandemia haya permitido constatar que el trabajo remoto puede ser viable y beneficioso para empleados y empleadores.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
En Genbeta | Esta web es una mina para encontrar teletrabajo: cientos de ofertas de empleo remoto perfectamente clasificadas
Ver todos los comentarios en https://www.genbeta.com
VER 0 Comentario