Que con ChatGPT podemos hacer cosas mucho más rápido es una realidad. Así, tareas que pueden llevarte horas, con el chatbot con IA de OpenAI puedes llevarlas a cabo en segundos, lo que ayuda a disparar la productividad. Aplicada a la legislación, puede echarte una mano para leer una ley o una sentencia y resumírtela con lo más importante o bajarla a un lenguaje más coloquial. Ahora bien, hay que tener cuidado y leer a fondo la respuesta antes de darla por buena porque ChatGPT comete errores. O jugártela y que te salga bien: es lo que ha pasado a un concejal de Porto Alegre que llevó una ordenanza municipal a pleno. Después de ser aprobada sin modificaciones, ha confesado que la hizo con ChatGPT.
¿Serías capaz de distinguir un texto escrito por una IA? Hay quien piensa que sí, porque en general tienden a ser textos vagos (aunque esto de hacer prompts para obtener los mejores resultados es todo un arte y una profesión muy bien remunerada), pero luego la realidad es otra historia. Sin ir más lejos, el ayuntamiento del municipio brasileño de Porto Alegre han promulgado una normativa escrita por ChatGPT, como recoge Associate Press.
Sí, ChatGPT sabe de leyes, ¿pero tanto?
La ordenanza fue aprobada allá por el mes de octubre, pero ha sido esta semana cuando Ramiro Rosário, concejal de dicho municipio, ha revelado que fue elaborada con ChatGPT. Rosário ha explicado que simplemente le pidió que redactara una propuesta que garantizase que los contribuyentes no tengan que pagar por el reemplazo de los medidores de consumo de agua. Que conste que ChatGPT tiene conocimientos en leyes, de hecho es capaz de aprobar exámenes muy difíciles de derecho.
Dicho y hecho. Con la propuesta lista y el origen de su redacción en el más riguroso secreto, la presentó al equipo municipal compuesto por 35 personas. Y pasó sin una sola modificación. ¿Por qué no reveló al ayuntamiento que la había hecho con ChatGPT? Según Ramiro Rosário, 'porque sería injusto para la población que este proyecto no fuera aprobado simplemente porque fue escrito con una IA'. El político consideró que de haberlo sabido, no habría tenido ni la oportunidad de someterla a votación.
Lo curioso de todo esto no es tanto que ChatGPT sea competente a la hora de redactar leyes (que lo es, a tenor de los acontecimientos), sino que pasase la votación y saliera airosa sin cambios, algo que de hecho no tiene por qué ser malo: también se introducen variaciones en leyes escritas por humanos simplemente en busca de ser mejoradas o de llegar a acuerdos.
El problema está en que ChatGPT y otros modelos similares tienden a introducir información falsa que puede colar como auténtica. Y lo que riza más el rizo: en un estudio reciente recogido en la web de la facultad de derecho de Harvard se explica que ChatGPT no siempre tiene en cuenta matices y complejidades de la ley. Con su naturaleza de aprendizaje automático, es posbile que no alcance el nivel de comprensión que una persona especializada en derecho a la hora de interpretar principios y precedentes.
Ramiro Rosário no detalla si él mismo echó un vistazo e introdujo las modificaciones necesarias (si las hubiese). En cualquier caso, no deja de ser una maniobra un tanto arriesgada ya que sabemos que ChatGPT mete la pata y aplicado a la ley, ha llegado a costarle la carrera a un abogado que tiró de este software para documentarse porque el modelo de lenguaje de OpenAI se inventó sentencias. En Porto Alegre damos por hecho que ChatGPT fue preciso en su redacción de acuerdo con la ley (de lo contrario, les metió un gol por toda la escuadra).
Sea como sea, que ChatGPT escriba legislación es un hecho polémico en tanto en cuanto pone en entredicho el rol que esta herramienta debería tener en orgamismos gubernamentales, dejando patente la necesidad de legislar cuanto antes sobre sus usos y aplicaciones cuanto antes.
Portada | Montaje con Foto de Tingey Injury Law Firm en Unsplash y Mockuphone
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